Navarra Suma ha fracasado en su intento de tumbar los Presupuestos para 2021. El bloque progresista, compuesto por PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, ha rechazado con sus votos la enmienda a la totalidad presentada por la derecha.

De esta manera, las Cuentas superan una de las fechas en rojo marcadas en el calendario, y siguen adelante en su tramitación, que afronta mañana otro de los puntos importantes: el registro de las enmiendas parciales, para las que este año hay alrededor de 10 millones de margen.

Alzórriz, con la información de las negociaciones entre UPN y HB, de Navarra Hoy.

Ha sido un debate bronco, en el que Navarra Suma ha demostrado que ya ha vuelto a la oposición dura y de corte identitario. El espacio para la crítica argumental de los Presupuestos ha sido escaso, y Javier Esparza ha invertido todo el arranque y parte del desarrollo de su intervención en reprochar al Gobierno sus pactos con EH Bildu y a recordar permanentemente a ETA. Hasta el punto de que en la supuesta defensa de su enmienda ha mostrado fotografías de manifestaciones, y hasta ha recomendado a Chivite la lectura de Patria, la novela de Fernando Aramburu. La crítica de Esparza ha quedado reducida a chascarrillos de Twitter y la apelación constante a ETA en su primer turno, y al rescate de frases de históricos socialistas como Rodríguez Ibarra o Felipe González para apuntalar sus críticas ad hominem a EH Bildu.

Así se entiende que Elma Saiz, consejera de Hacienda, entendiese que Navarra Suma tiene un "papelón". "Presentar una enmienda a la totalidad es no entender la gravedad del momento al que nos enfrentamos", precisó la titular del departamento.

De hecho, esa oposición tan enrocada de la derecha ha cohesionado al bloque progresista. Ramón Alzórriz, portavoz del PSN, ha reprochado a Esparza que solo haya hablado de "ETA y apocalipsis". Uxue Barkos, de Geroa Bai, ha señalado otra realidad: que la enmienda a la totalidad de Esparza ha puesto en riesgo los tiempos del Presupuestos (estar aprobados para el 1 de enero) con el perjuicio para la ciudadanía que eso conlleva.

Bakartxo Ruiz, de EH Bildu, ha entendido la intervención de Esparza como "una rabieta", como "un niño que quiere llamar la atención de sus padres" y ya no sabe lo que hacer. Una posición que está "muy alejada de las necesidades de la sociedad navarra". Mikel Buil, de Podemos, incluso ha llegado a bromear sobre por qué ha bajado a la tribuna. Se ha congratulado por que la derecha lleve seis años fracasando en tumbar Presupuestos, quizá porque hoy en día "siguen poniendo a ETA en el centro".

Y por último, Marisa de Simón, de I-E, prácticamente ha obviado el discurso de la derecha por ser más de lo mismo, y se ha alegrado de que los votos de Navarra Suma no sean determinantes. "La necesidad de nuestro voto no condiciona nuestro apoyo, lo hacen los contenidos. Y estos Presupuestos salen con el 60% del apoyo", ha celebrado.