- Francisco Mujika Garmendia, Pakito, salió ayer de la cárcel aragonesa de Zuera tras 28 años de prisión después de que la Audiencia Nacional aceptara su recurso con la liquidación de su condena y adelantara su puesta en libertad en unos meses. Fuentes jurídicas señalaron que la primera liquidación de su condena fijaba su libertad en marzo de 2021, pero Mujika recurrió y en la nueva liquidación se le han computado unos meses que había pasado en el Estado francés como preso preventivo pendiente de la extradición.

Pakito fue uno de los máximos dirigentes de ETA hasta que fue detenido el 29 de marzo del 1992 en la operación de Bidart. Junto a Mujika Garmendia fueron arrestados José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, supuesto ideólogo de ETA, y José María Arregi Erostarbe, Fitipaldi, responsable del aparato logístico. Los tres formaban el colectivo Artapalo.

Las fuerzas de seguridad atribuyeron a Mujika Garmendia la dirección del comando itinerante o comando Argala, al que las autoridades le imputaron 22 atentados que causaron 37 muertos.

El 18 de junio de 1993 el Tribunal Correccional de París le condenó por su responsabilidad en la organización del comando itinerante. El 19 de junio de 1997 fue condenado de nuevo por pertenencia a banda armada. En febrero de 2000 fue extraditado a España en relación con quince sumarios distintos.

Desde entonces, ha sido condenado por la Audiencia Nacional en numerosas ocasiones. La mayor condena le fue impuesta en 2003 por la Audiencia Nacional (2.354 años de prisión por el atentado cometido en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, en el que murieron 11 personas, entre ellas cinco niñas, atentado del que curiosamente este mismo viernes -11 de diciembre- se cumplieron 33 años).

Pakito se había desvinculado tiempo atrás de la línea oficial de los presos de ETA.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) reaccionó a su puesta en libertad lamentando que su liquidación de condena coincida con el aniversario del atentado de la casa-cuartel de Zaragoza.

Por este mismo atentado la Audiencia Nacional reclama la extradición de Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, otro de los considerados como históricos jefes de ETA, que permaneció fugado en Francia hasta su detención en mayo de 2019.