El aval jurídico a la ley navarra de abusos policiales ha descolocado a Navarra Suma. El PP, miembro de la coalición y promotor junto con la ultraderecha de Vox de un recurso contra la norma, ha querido pasar de puntillas sobre el duro revés que el Constitucional mandó a ambas fuerzas, a las que reprochó un recurso "indeterminado" hasta el punto de que la derecha había caído en "una impugnación global carente de un razonamiento específico que las sustente".

Tras la Mesa y Junta, el portavoz del PP en Navarra y hoy también portavoz de Navarra Suma, José Suárez, ha querido restar importancia al aval constitucional. "Hay que desdramatizar un poco estas situaciones", ha pedido, antes de lanzarse a reflexionar que es totalmente legítimo que cuando un partido tiene dudas, acuda a los tribunales. Algo que no comparte la portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, que ha visto en la derecha un intento de solucionar en los tribunales donde no pudo llegar por su falta de influencia política.

Aparte de quitar importancia al asunto, Suárez ha demostrado que el tema sigue presentado problemas dentro de la coalición, algo que llama bastante la atención. Preguntado por si Navarra Suma aboga por el desarrollo de la ley una vez ha sido avalada por el Constitucional, Suárez ha dudado bastante y ha terminado diciendo que es un tema "sobre el que no hay una posición fijada". Algo que llama la atención porque con una ley aprobada y avalada por la justicia no hay demasiado margen para la actuación, debe aplicarse. Otra cosa es que la derecha aspire a que nunca se desarrolle, razón que cabría deducir de las dudas iniciales de Suárez.

No ha sido el único tema de memoria que ha salido en la Mesa y Junta. PSN y Geroa Bai, socios mayoritarios del Gobierno, han lamentado que UPN haya optado por poner en marcha una asociación memorialista propia para reinterpretar algunos pasajes de memoria histórica, sobre todo después de que los regionalistas decidieran, de forma unilateral, abandonar el primer plan de convivencia del Gobierno de Navarra.

Suárez hizo una cuanto menos torpe defensa de la asociación desde el punto de vista histórico, ya que más o menos vino a decir que la historia depende del prisma con el que se mire, una idea anticientífica para una disciplina que basa sus investigaciones en evidencias, no en impresiones. "No hay una interpretación histórica única de ningún aspecto de la historia", ha afirmado, muy seguro, para decir después que todo lo que sea hablar de historia desde diferentes prismas es enriquecedor. E incluso se le escapó la motivación final de sus compañeros de UPN: "La historia es una disciplina muchas veces muy utilizada políticamente, el nacionalismo es algo que maneja y que utiliza de una manera clarísima a su conveniencia. Que haya distintas perspectivas es bueno".