- La ley prevé un sinfín de actuaciones concretas que tendrán una afección directa sobre el día a día de la gente. La norma se notará en los edificios, en el alumbrado público, en la movilidad y en la configuración de las ciudades.

Precisamente, a pie de calle hay algunas medidas concretas. Algunas, llamativas: la ley prohibirá tener todo el rato las puertas abiertas de tiendas y locales que dispongan de climatización artificial. Climatización que, en espacios abiertos, únicamente será permitida si el consumo energético total de la actividad en la que se integran se realiza mediante autoconsumo o la contratación de energía renovable certificada.

Una de las más importantes tendrá que estar lista antes que el 1 de enero de 2025 cuando todos los edificios de Navarra de uso residencial y terciario deberán tener el certificado de calificación energética registrado en el Registro público de certificados de Navarra. Para ello el departamento competente destinará una línea de ayudas para la realización de los certificados durante los años 2022, 2023 y 2024. El Gobierno de Navarra establecerá lo medios para que a partir del 1 de enero de 2030 los edificios de vivienda colectiva de Navarra tengan la calificación energética clase C o superior. De la misma manera, antes del 1 de enero de 2026 el Gobierno foral aprobará un Plan de Rehabilitación de la Vivienda de Navarra.

Otra de las medidas curiosas, pero lógicas, tiene que ver con la iluminación ornamental, publicitaria y comercial. Ya es normal que las luces de navidad se apaguen cuando se hace muy tarde, pero a partir de ahora también deberá darse al off de la iluminación publicitaria y comercial. Es decir, que esos escaparates iluminados tras el cierre -que todavía quedan- tienen los días contados.

En el ámbito de la movilidad, hay medidas concretas para los taxis. Los vehículos que se adscriban a las correspondientes licencias a partir del 1 de enero de 2022 en municipios o Áreas Territoriales de Prestación Conjunta (ATPC) con más de 20.000 habitantes, deberán estar catalogados como cero emisiones o ECO, salvo los vehículos eurotaxi.

También en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley foral, el 100% de los vehículos ligeros que se adquieran por las entidades del sector público de Navarra o que se apliquen en contratos públicos suscritos con dichas entidades deberán ser cero emisiones o emisiones neutras en carbono, siempre y cuando las exigencias técnicas o de uso puedan ser satisfechas con la tecnología disponible.

Los edificios públicos de nueva construcción que tengan asociado aparcamiento deberán contar con puntos de recarga de vehículos eléctricos y de espacios para facilitar el uso y aparcamiento de bicicletas o similares.

Todas las entidades locales de más de 1.000 habitantes deberán disponer, en el plazo de dos años, de al menos un punto de recarga de 7,4kW, como mínimo, de uso general público por cada mil habitantes que permita la recarga de ciclomotores, bicicletas eléctricas y otros vehículos de movilidad personal.

Y dentro de otras áreas, algunas medidas destacadas van en la dirección de optimizar el consumo energético, aunque la más reseñable es que las empresas distribuidoras y comercializadoras de electricidad, de agua potable, y de gas, no podrán interrumpir los suministros a las personas o a las familias en situación de vulnerabilidad económica, en los términos que reglamentariamente se establezcan.

Se quiere que para 2025 el 50% de la energía eléctrica consumida por la Administración de la Comunidad Foral, las entidades locales y sus organismos públicos deberá ser certificada como 100% de origen renovable (clasificación A) y a partir de 2030, toda la energía eléctrica consumida deberá ser 100% renovable (clasificación A).

El Gobierno de Navarra y sus entidades dependientes deberán realizar antes del 30 de junio de 2024 la evaluación de huella de carbono en el ámbito de su actividad como mínimo con alcances 1 y 2.