El PP reunió ayer en Santiago de Compostela a todos sus dirigentes y barones territoriales para celebrar la reelección por quinta vez de Alberto Núñez Feijóo al frente del partido en Galicia y volver a erigirse como única alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez. Así, por la convención desfilaron rostros como Pablo Casado, Isabel Díaz Ayuso o un Mariano Rajoy que reapareció para la ocasión.

Más allá de Feijóo, Pablo Casado ofreció también una extensa intervención en la que se mostró convencido de que pronto llegará a La Moncloa y reclamó elecciones generales. “El PP tiene listo todo para las elecciones y cuenta con el aval de tener a los mejores. Estoy convencido de que muy pronto nos van a dar la oportunidad”, señaló el líder de la oposición.

Casado se expresó así después de asegurar que lo que importa es lo que está fuera de La Moncloa, en un discurso en el que no quiso apenas mencionar el nombre del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Eso sí, lo pronunció al final de su intervención para indicar que “no hay que perder demasiado tiempo” en él. “Todos lo han visto, escuchado, sufrido y ya no puede pisar la calle; ya no le respetan ni los suyos”.

El líder del PP incidió en que hay que mirar más allá de las políticas de socialistas y morados en el Ejecutivo español. “Lo importante es lo que está fuera de la Moncloa y lo que puede recuperar la gobernabilidad de España, el prestigio exterior, la España plural y unida, política social, progreso económico, creación de empleo, institucionalidad, la defensa de lo que a todos nos debe unir y la salud, lo más básico del ser humano”, proclamó en un discurso en el que ofreció de nuevo al Gobierno sentarse “mañana mismo” para alcanzar varios acuerdos.

En esa línea, lanzó la propuesta de pactar una “ley de pandemias”, que se puede tener lista “en 15 días”, y se abrió a hablar de la renovación de las instituciones que están pendientes de cambios, como es el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Asimismo, Casado apeló a sentarse para crear una “autoridad independiente” para velar por la gestión de los fondos Next Generation, para “saber donde va” el destino de estas partidas que “no son del Gobierno”.

Por su parte, Núñez Feijóo, después de ser reelegido, aseguró que debe al partido todo lo que es y, por ello, se pone “otra vez a su disposición” sin más límite que su forma de entender la política. “La única forma que tengo de agradecer es ponerme otra vez a vuestra disposición, sin condiciones y sin más límite que mi forma de entender la política que, a estas alturas, ya no va a cambiar mucho”, expresó en la jornada de clausura del congreso del PP gallego.

Así, volvió a pedir la “confianza” a los militantes del partido para “seguir trabajando todos los días” en un proyecto al que no le puso fecha de caducidad, aunque consciente de que “para llegar a Santiago hay diez caminos” y él no prevé completar diez mandatos: “Nosotros llevamos cinco, no amenazo con otros cinco”, deslizó con ironía.

Por último, Mariano Rajoy, que mantiene perfil bajo desde que salió del Gobierno y no se prodiga mucho en intervenciones, hizo ayer una excepción para arropar al líder gallego. En su discurso, el expresidente del Ejecutivo español habló entre otras cuestiones de Catalunya y defendió que no hay que “generar dudas” sobre su futuro: “No va haber nunca, sea quien sea el presidente del Gobierno, un referéndum de independencia, porque es ilegal porque la soberanía corresponde a todos los españoles, a todos sin excepción”.

Añadió además sobre la situación catalana que “conviene que con el único objetivo de ganar tiempo no se creen demasiados problemas”, porque “sería un error generar falsas expectativas sobre la celebración del referéndum; solo iba a crear frustración y enfrentamiento”.