- El Gobierno español deja la puerta abierta al posible regreso del rey emérito, Juan Carlos I. Así se deduce de las afirmaciones realizadas ayer por portavoces del Ejecutivo a raíz de los rumores sobre esa vuelta, acrecentados por las informaciones que apuntan a un horizonte judicial despejado para el padre de Felipe VI. “El Gobierno es muy respetuoso con las decisiones individuales y personales”, dijo la portavoz del gabinete de Pedro Sánchez, Isabel Rodríguez. Esta decisión es “personal” y corresponde a Casa Real, añadió Felipe Sicilia, portavoz del PSOE en el Congreso.

Lejos quedan, por tanto, las reticencias tanto de Moncloa como de la Casa del Rey a que Juan Carlos se dejara ver en territorio español tras su marcha a Abu Dabi el 3 de agosto de 2020, donde estableció su residencia a medida que afloraban sus presuntos negocios ilegales. Un ominoso panorama que se despejó de forma casi definitiva el pasado miércoles, cuando trascendió que la Fiscalía del Tribunal Supremo sopesa el archivo de las diligencias de investigación en torno al rey emérito y la finalización de las pesquisas. Se basa en que algunos de los presuntos delitos habrían ocurrido cuando Juan Carlos I era inviolable, que otros habrían prescrito y que hay una falta de peso probatorio en otros. A ello se suman sus dos regularizaciones fiscales por alrededor de 5 millones de euros.

La situación del emérito, que dejó de ser inviolable cuando abdicó en junio de 2014, se coló ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario. La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, manifestó el respeto de Moncloa ante las decisiones “individuales” que pueda adoptar. Destacó además que la relación del Ejecutivo es con el “actual jefe del Estado”, Felipe VI, del que puso en valor su “ejemplaridad”.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, preguntada si en este caso no se da el principio de que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley y si la tardanza en actuar por parte de Hacienda ha facilitado las cosas a Juan Carlos, rechazó hablar de “contribuyentes concretos”. Sí apuntó, “con carácter general” y sin referirse a “ninguna persona”, que los “ritmos” del auxilio judicial y de las comprobaciones de las regularizaciones fiscales “son distintos”. Montero explicó que “nuestro auxilio judicial tiene un sentido y nuestras averiguaciones para cualquier contribuyente respecto de que la regularización es veraz también tiene otro ritmo”, y censuró que “se están suponiendo muchas cosas sobre cómo se tramita un expediente”. La nota discordante la puso la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que reivindicó que “la Justicia ha de ser igual para todos”.

En la misma línea que Isabel Rodríguez, el portavoz adjunto del PSOE en el Congreso, Felipe Sicilia, señaló que la decisión sobre un posible regreso es “puramente personal” y corresponde a Casa Real, y por tanto ni el Gobierno ni el PSOE tienen nada que decir al respecto. Reiteró el respeto de su formación a las decisiones judiciales y a “lo que haga Casa Real” a este respecto.

En lo que a los partidos de la oposición se refiere, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, dijo que la posibilidad de regresar depende de Juan Carlos I y subrayó que para él “siempre” será rey de España porque ha hecho un “gran servicio” al país durante su reinado. El portavoz adjunto de C’s en el Congreso, Edmundo Bal, dijo que, siendo un “hombre libre e inocente hasta que no se demuestre lo contrario”, el emérito puede vivir donde quiera.