- El Gobierno de Portugal intensificó ayer ante los ciudadanos la defensa de los Presupuestos Generales para 2022, a 48 horas de su aprobación, después de que los partidos de izquierda hayan mostrado su rechazo, ya que si votan en contra podría haber elecciones anticipadas.

El Gobierno socialista de António Costa tiene 108 de 230 escaños y necesita la abstención de los 18 diputados del Bloque de Izquierda (BE) o de los doce del Partido Comunista (PCP).

En las negociaciones contrarreloj, la coordinadora del BE, Catarina Martins, ofreció ayer una rueda de prensa en la que confirmó que, de momento, esta formación política votará en contra y calificó de “irresponsabilidad” que el Gobierno no alcance un acuerdo con su formación. “El país tiene una gran expectativa para alcanzar una recuperación económica que llegue donde no se llegó en la legislatura 2015-2019”, explicó Martins.

Tras su comparecencia pública, el secretario de Estado de Asuntos Parlamentarios, Duarte Cordeiro, uno de los hombres fuertes del PS, detalló en rueda de prensa que el Gobierno ha dado respuesta a las peticiones del BE en materia de sanidad, trabajo o pensiones.

El salario mínimo subirá 40 euros en 2022 y las pensiones, 10 euros desde enero, mientras que aumentan la partida para el Servicio Nacional de Salud (SNS) en 700 millones de euros. Se están creando “condiciones para el crecimiento en un momento muy importante para el país, tras la pandemia”, defendió Cordeiro.

Acompañado por las ministras de Trabajo, Ana Mendes Godinho, y Sanidad, Marta Temido, Santos Cordeiro recordó que los presupuestos para 2022 “aumentan la inversión pública un 30% y crean mejores condiciones para la inversión privada”. “El Gobierno ha respondido a las nueve propuestas planteadas por el BE”, insistió el secretario de Estado, mientras que aludió al refuerzo de 900 millones de euros que inyectarán a Educación para reforzar el posible espacio perdido por los estudiantes durante la pandemia.

Ante la crisis abierta entre el Gobierno y las dos formaciones de izquierda, que en la legislatura pasada posibilitaron el Gobierno socialista con la afamada “geringonça”, Santos Cordeiro insistió en que el Ejecutivo seguirá “teniendo disponibilidad de negociar” hasta el martes, día de la votación.

De forma paralela, el Gobierno de Portugal inició en las últimas horas una exhaustiva campaña en sus redes sociales, especialmente en su cuenta oficial de Twitter, para lanzar titulares sobre lo que supondrán los futuros Presupuestos Generales que han diseñado para 2022.

Todos los mensajes lanzados por el Gobierno en las redes van encabezados con el lema “Es un buen presupuesto para Portugal”.

Ante el estancamiento de las negociaciones, al mediodía de ayer el Gobierno también publicaba un nuevo tuit: “aumento del salario mínimo hasta los 705 euros en 2022 y compromiso de aumentos progresivos hasta 850 euros en 2025”.

Titulares llamativos como “guarderías gratuitas” o “combate a la pobreza infantil” que aumentan aún más la presión sobre BE y PCP, que, de momento, se inclinan por el “no” en la votación final.

La agenda política también estará pendiente hoy del líder de los comunistas, Jerónimo de Sousa, que ofrecerá una rueda de prensa para dar a conocer la postura de su formación.

En los últimos días, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha apremiado a las formaciones políticas a ponerse de acuerdo para que la situación no desemboque en nuevas elecciones. El jefe del Estado ha recordado que estos presupuestos son especialmente relevantes, ya que entre el ejercicio en curso y 2022 Portugal recibirá una inyección de 9.700 millones de euros del Fondo de Recuperación de la Unión Europea (UE).