La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Gobierno vasco han acordado el traslado a cárceles de la CAV, concretamente a las de Bilbao y Donostia, de cuatro presos de ETA, lo que supone que en estas dos prisiones y en la tercera situada en Álava cumplen condena ya 77 reclusos de la organización.

Según informa Prisiones, entre los acercamientos coordinados por las dos administraciones -Euskadi asumió las competencias penitenciarias en octubre- está el traslado de Juan Carlos Herrador Pouso, integrante del comando Donosti desarticulado en 2007 y que dejará la cárcel de El Dueso (Cantabria) para ingresar en la de Bilbao.

Herrador fue condenado en 2009 a 19 años de prisión por los delitos de pertenencia a banda armada y depósitos de explosivos. Cuando fue desarticulado el comando tenía información sobre posibles objetivos políticos y de las fuerzas de seguridad, aunque no tenía planes concretos ni órdenes para atentar de forma inminente.

Ha cumplido las tres cuartas partes de la condena en junio y ha aceptado la legalidad penitenciaria. Hace más de un año fue trasladado desde la cárcel toledana de Ocaña a El Dueso.

También será conducido a la prisión de Bilbao desde la de León Jesús Guinea Sagasti, condenado a 12 años de prisión por quemar un cajero automático el 15 de agosto de 1997 durante las fiestas de en Larrabetzu (Bizkaia).

El mismo recorrido, desde León a Bilbao, seguirá Iker Lima, que cumple una condena acumulada de 25 años por incendio, daños, lesiones y desórdenes públicos y Cumplió las 3/4 partes de la condena en agosto de 2021.

Prisiones destaca que la junta de tratamiento de la prisión leonesa ha acordado su progresión a segundo grado. El cuarto recluso terrorista, Santiago Aragón Iroz, será trasladado desde Logroño a Donostia.

Fue condenado en 2003 a 33 años de prisión por delitos de pertenencia a banda terrorista, depósito de armas, tenencia de explosivos y falsificación de documentos, además de por ser miembro del comando que en julio de 2001 asesinó al ertzaina Mikel Uribe.

Para la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), estos últimos cuatro traslados suponen un nuevo acercamiento de terroristas que no han colaborado con la justicia.