El Tribunal de Cuentas va a volver a pedir al Gobierno de España que modifique la ley de financiación de partidos políticos para que las pequeñas agrupaciones locales no se vean perjudicadas por los estrechos límites de gasto y las severas multas en caso de que se pasen con los gastos electorales. Una propuesta que desde hace años ha encabezado Navarra, tierra en la que las agrupaciones locales tienen una enorme importancia en el mapa político, que el Tribunal de Cuentas ve más que razonable; pero que sigue sin contar con el visto bueno del Gobierno y las principales fuerzas políticas -sobre todo el bipartidismo, pero también Vox-.

Según publicó este fin de semana El País, el pleno del Tribunal de Cuentas aprobó la semana pasada una nueva moción que remitirá al Gobierno, y en la que vuelve a criticar la “desproporción” en las multas que sufren las agrupaciones pequeñas, con unos límites de gasto por habitante muy ajustados -apenas unos céntimos por vecino- y unas multas que en los casos más leves pueden conllevar sanciones disparatadas -nunca menos de 5.000 €- que pueden arruinar a las agrupaciones locales.

El Tribunal de Cuentas viene observando en sus fiscalizaciones periódicas que la ley funciona mal y castiga de forma desproporcionada a las siglas locales -muchas de carácter independiente, sin grandes partidos detrás pero que dan vida a muchos pueblos-, razón por la que en julio de 2021 ya aprobó otra moción similar en la que pedía revisar el código sancionador.

Es lo que ha solicitado Navarra varias veces, la última con una representación de parlamentarios forales en el Congreso que estuvo encabezada por Geroa Bai. El parlamentario Pablo Azcona, junto con Mikel Buil (Podemos) y Marisa de Simón (I-E) pidieron a las Cortes -por ser una ley orgánica- un cambio “para no perjudicar a los partidos independientes”.

RECELOS DEL BIPARTIDISMO

Es lo que decía en septiembre del año pasado Azcona, buen conocedor del mapa local por su experiencia como alcalde de Lodosa -por una agrupación independiente- y presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos.

Sin embargo, el Congreso rechazó la admisión a trámite de la reforma y el bipartidismo, PP y PSOE, consiguieron desviar el debate a una comisión en el Senado. Un movimiento significativo, porque muestra los recelos del bipartidismo -con también mucha implantación territorial- a liberar de trabas a las candidaturas locales que les disputan alcaldías en muchos pueblos.

En cualquier caso, el Gobierno recibirá la nueva petición de Cuentas, y desde Navarra el senador autonómico, Koldo Martínez, deseaba a través de sus redes sociales que “esta vez sí el Gobierno se decida a impulsar el cambio”.