- La aprobación o derogación del decreto de la reforma laboral entra ya en tiempo de descuento sin tener los votos garantizados para su aprobación, por lo que hasta tres ministros del Gobierno de Sánchez salieron este lunes a urgir "responsabilidad" a los partidos para que sea ratificado el jueves por una mayoría que también incluya a los socios de investidura, PNV y ERC.

A tan solo dos días de que el debate de la reforma laboral llegue al pleno del Congreso, ni el Gobierno ni sus partidos afines han desvelado si el decreto saldrá adelante, ya sea con el apoyo de Ciudadanos y varias formaciones minoritarias o con el de ERC y PNV, que aún se mantienen negociando con discreción. No obstante, ahora mismo el escenario más favorable daría una mayoría raspada de 176 votos.

Precisamente en la CAV los sindicatos nacionalistas encabezados por ELA y LAB se reunieron este mismo lunes con el PNV para pedir a este partido que vote contra la convalidación del decreto. Pero los nacionalistas respondieron que, aunque sintonizan con la práctica totalidad de las demandas sindicales, van a centrar sus esfuerzos negociadores "en preservar el ámbito autonómico, un objetivo que consideran alcanzable" antes de la votación del jueves.

También los sindicatos abertzales trasladaron ayer a Podemos Euskadi, que sí apoya el acuerdo laboral, una petición para derogar las tres reformas laborales entre 2010 y 2012 para iniciar una nueva negociación.

Un debate en el que entró también ayer la patronal vizcaína, que insistió en que la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales está garantizada.

La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, insistió en que el Ejecutivo sigue buscando un apoyo mayoritario y pidió que se dé "legitimidad" a una reforma consensuada con patronal y sindicatos, mientras que la titular de Defensa, Margarita Robles, coincidió en que no le incomodaría que Ciudadanos votara a favor del decreto.

"Creo que cuantos más votos haya muchísimo mejor y si una norma como en este caso es buena y fruto del acuerdo social, nadie debería tener ningún tipo de complejos", afirmó Robles en una entrevista en Onda Cero, al tiempo que la ministra de Igualdad, Ione Belarra, tampoco ve una mala opción esa "mayoría reforzada". No obstante, Belarra avisó en TVE de que es prioritario "que los socios estén".

Lo cierto es que mientras los socialistas insisten en que el decreto debe convalidarse sin cambios y no quieren desechar a ningún partido, Unidas Podemos sigue apostando por el aval de ERC y los comunes han apelado a la responsabilidad.

El portavoz de Cataluña en Comú, Joan Mena, reconoció que este jueves "no se vota toda la reconstrucción de derechos laborales" que pretende hacer la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, "sino que cabe la posibilidad de negociar la mejora de otras leyes vinculadas con los derechos laborales".

En el Congreso fuentes de Unidas Podemos confían en que la visita de Díaz a Catalunya "haya dado sus frutos" aunque la portavoz de ERC, Marta Vilalta, avisó de que a día de hoy el voto es en contra y criticó el "inmovilismo" del Gobierno que "no quiere negociar".

"El Gobierno sigue inmóvil, no quiere negociar con ERC y admitir que hay margen de mejora. Si no quiere negociar, no va a tener al apoyo de ERC. No vamos a asumir imposiciones, de esto es así o no es", expresó claramente Vilalta. Unas declaraciones que se producen horas después de que Rodríguez incidiera en una entrevista en Antena 3 que no se está "en un caso de tramitación de la normativa, solo en decir sí o no a algo que está ya en vigor."

"Para que nos comprendan; esta no es una norma que estemos negociando o trabajando sino que es fruto del acuerdo del Diálogo Social... Y ahora el Gobierno pide, de la mano de los sindicatos y también de la patronal, que los grupos políticos la validen", puntualizó.

De hecho, el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, salió también en defensa de ese acuerdo y pidió "altura de miras" a partidos como ERC, PNV, EH Bildu y BNG para que no cometan una "torpeza histórica", ya que el decreto no supone el "punto final" en materia laboral.

La misma altura de miras que también ha solicitado el portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Felipe Sicilia, que no desecha el apoyo de ningún partido, tampoco de Ciudadanos.

La formación naranja da por hecho que sus 9 diputados entrarán en la aritmética de los partidos del sí y la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, cree que Bildu y ERC "no se van a salir con la suya" y van a perder el pulso.

"La responsabilidad de Cs ha hecho que EH Bildu, ERC y la parte más radical de Podemos estén cabreados porque parece que no se pueden salir con la suya", dijo en rueda de prensa.

De momento, el decreto cuenta con los votos negativos del PP, Vox, EH Bildu, JxCAT, BNG, la Cup y Foro Asturias, mientras que PSOE y Unidas Podemos apoyados en Cs, PDeCAT, Más País, Teruel Existe, Nueva Canarias, Colación Canaria, Compromís y UPN alcanzarían una mayoría de 176 diputados.

Desde el PP se reitera que "no hay posibilidad de cambio" porque la reforma laboral no crea empleo y es una "contrarreforma" que "da pasos atrás y el PP está a favor de avanzar y no de retroceder", ha señalado la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra.

Por otra parte, el PDeCAT no decidirá hasta este miércoles en una reunión ejecutiva extraordinaria la postura de sus cuatro diputados, aunque parecen estar más cerca del voto favorable.