El nuevo PP de Alberto Núñez Feijóo ha dado el pistoletazo de salida para los congresos regionales que quedan por celebrar. El primero será el de Madrid a finales de mayo, con Isabel Díaz Ayuso como única candidata. Y después vendrán todos los demás, a poder ser antes de verano. Entre ellos el de Navarra, que previsiblemente se celebrará en junio -julio es prácticamente inhábil a efectos políticos-.

Apenas faltan dos meses, y sigue sin estar claro quién asumirá las riendas del partido para los próximos cuatro años. Y aunque la decisión, al menos formal, queda en manos de las bases del PPN -desde su refundación en 2008 el presidente se ha elegido por primarias-, dentro del partido pocos dudan de que la decisión final partirá de las altas esferas en Madrid. En especial, de los dos nuevos responsables de organización: el coordinador general del PP, Elías Bendodo, y su mano derecha, el vicesecretario de Organización Territorial, Miguel Tellado. Feijóo ha encargado a ambos un informe detallado de la situación en la que se encuentra el partido en cada región para fijar fechas y definir posibles candidatos.

Primeros movimientos

De momento la expectación se impone en Navarra, donde se han empezado a producir ya los primeros movimientos, todavía informales, para tantear las posibles opciones. Nadie ha dado el paso, y posiblemente nadie lo hará hasta que se convoque formalmente el congreso y la dirección nacional fije su posición. Pero hay tres nombres que están en toda las quinielas: la actual presidenta, Ana Beltrán; el secretario general, José Suárez; y el parlamentario Javier García. Uno de los tres será con casi toda probabilidad presidente del PP en Navarra.

Las miradas en cualquier caso se dirigen en primer lugar a Beltrán, cuya presencia en Navarra ha sido más bien escasa desde que asumió responsabilidades orgánicas en Madrid, y a quien muchos en el PPN dan ya por amortizada. Hay cierto desapego hacia la figura de la presidenta en una parte importante del partido, que cree que su tiempo ha pasado ya. De hecho, hay quien interpreta que su presencia en la nueva ejecutiva de Feijóo supone que ya no seguirá al frente del partido, ya que el presidente regional cuenta con asiento garantizado.

Pero no está claro que vaya a ser así. Beltrán es una de las pocas supervivientes del equipo de Pablo Casado que continúa en la nueva ejecutiva de Feijóo. Un cargo más simbólico que ejecutivo -ya no tiene responsabilidades internas-, pero que la mantiene en la órbita de Génova y en contacto directo con el nuevo presidente, que la mantiene en la dirección, que podría volver a apostar por Beltrán si no le convencen las propuestas alternativas.

En cualquier caso, no está claro que Beltrán quiera volver a liderar el PP en Navarra, donde los últimos meses ha recibido críticas internas por la escasa atención que ha dedicado a las bases del partido. La más dura ha sido la de Jaime Ignacio del Burgo, y aunque no ha habido más reproches públicos que ese, refleja bien una parte del sentir de la militancia. La decisión dependerá también de las opciones que tenga la actual presidenta para continuar con su actividad política en Madrid. Algo que depende, según fuentes del partido, de una conversación pendiente entre el propio presidente del PP y Beltrán que todavía no se ha producido. Pero que tampoco se podrá demorar mucho más allá de finales de abril.

Javier García, apuesta renovada

La decisión que tome Beltrán, y la posición que asuma la dirección nacional, van a condicionar mucho el resto de movimientos. Si la presidenta decide no optar a la reelección, su relevo natural será Javier García. El actual parlamentario de Navarra Suma es un perfil más joven y bien conectado dentro del partido que podría facilitar un consenso más o menos amplio, sobre todo si llega con el aval de Génova. En el último congreso fue nombrado además miembro de la junta directiva nacional, lo que lo sitúa en la órbita, aunque lejana, de la nueva dirección del PP.

García puede ser además una figura de relativo consenso dentro del PP. Un candidato capaz de aglutinar una lista única sin mayor oposición interna que garantice un congreso tranquilo. Y eso es algo que la dirección de Génova ve con especial interés. Tras la lucha fratricida que ha acabado con Pablo Casado, que los congresos regionales se celebren sin tensiones internas se ha convertido en una prioridad.

Hay un tercer posible aspirante, el secretario general del PPN y también parlamentario de Navarra Suma, José Suárez. Ha sido el número dos del partido en Navarra durante estos años, y la ausencia de Beltrán le ha convertido de facto en el principal cargo orgánico regional. No está claro con qué apoyos podría contar, pero dentro del partido se cree que puede dar el paso si se ve con opciones. Incluso para liderar la oposición a Beltrán si la presidenta opta a la reelección. No obstante, Suárez tampoco ha expresado internamente su decisión de concurrir a las primarias, un paso que queda, si se da el caso, para cuando el panorama se clarifique un poco más.

Pero el proceso ya está en marcha, y las decisiones no se pueden demorar mucho. En otoño habrá que lanzar la precampaña y preparar las listas electorales. Y en Navarra queda por aclarar si se reedita la coalición con UPN o si se busca un nuevo espacio de la mano de Sayas y Adanero. Las condiciones en las que se plantee esa nueva coalición -el PP está mucho más fuerte ahora de lo que lo estaba en 2019-, y la postura que adopte el equipo de Feijóo, pueden ser determinantes también para clarificar con qué siglas concurre la derecha a las elecciones forales y municipales de 2023. Ese s?erá posiblemente uno de los ejes del debate del congreso del PPN.