- La candidata ultraderechista a la presidencia francesa, Marine Le Pen, se enzarzó ayer en una polémica con el Gobierno de su contrincante, Emmanuel Macron, a cuenta de un incidente con una activista durante una conferencia de prensa, y en la que tuvo que desdecirse de sus acusaciones iniciales.

Le Pen admitió implícitamente ayer, en una entrevista al canal France 2, que no había dicho la verdad cuando el miércoles por la noche responsabilizó a “los policías de (Gérald) Darmanin”, el ministro de Interior francés, de la evacuación a rastras de una activista que irrumpió en su conferencia de prensa para denunciar sus vínculos pasados y su proximidad ideológica con el presidente ruso, Vladímir Putin.

Reconoció que fue su propio servicio de orden, y no un policía, el que se llevó arrastrada por los pies, ante decenas de periodistas, a esa militante y concejal ecologista de la sala en la que se había colado para mostrar a la prensa una fotografía de Le Pen con Putin.

Pero la líder ultraderechista justificó esa acción porque momentos antes un policía del servicio de protección de personalidades, que se ocupa de su seguridad durante la campaña, había ido a detener a la activista y se había herido, con lo que según su versión no pudo expulsarla, y fueron los guardaespaldas de Le Pen los que lo hicieron.

Señaló que al final ese incidente no fue “ muy grave” y que está acostumbrada a ese tipo de acciones de protesta. Pero también hizo notar que la mujer podría haber estado armada y que hay continuas amenazas contra los candidatos a las presidenciales.

“Lo que debería escandalizar es que no se pueda llevar a cabo una campaña sin que se perturben las conferencias de prensa, sin que seamos agredidos”, se quejó.

El miércoles, la misma Le Pen había insistido en que los reproches por la forma en que se llevó a cabo la evacuación de la activista había que dirigirlos a Darmanin, puesto que el que lo hizo era un policía y en que ella no tenía “nada qué ver”.

“No soy yo la que les da ni las instrucciones ni las consignas sobre la forma de intervenir”, indicó la candidata que según las encuestas obtendría el domingo día 24 cerca de un 45% de los votos, diez puntos que su rival, el presidente Emmanuel Macron.

El ministro del Interior, se había quejado más tarde en su cuenta de Twitter del “menosprecio hacia los policías de la República que garantizan su protección”.

En su entrevista en France 2 de ayer, Le Pen no se privó de cargar contra Macron entre otras cosas porque a su parecer “nunca hemos tenido un presidente que haya demostrado tanto autoritarismo”, por la “represión brutal” de manifestaciones como las de los chalecos amarillos o por “la restricción masiva de las libertades” para la gestión de la crisis de la covid.

Investigaciones. Marine Le Pen coincide con su contrincante, el presidente Emmanuel Macron, en no querer utilizar el término de genocidio para calificar lo ocurrido en la guerra de Ucrania. Le Pen señaló que a su juicio, las matanzas de civiles que se han constatado allí son “crímenes de guerra” para los que ha reclamado desde el inicio del conflicto investigaciones que permitan determinar quienes son “los responsables”.

Término. Le Pen insistió en que “el término crimen de guerra está adaptado” a lo que ocurre allí y no el de genocidio, que tiene “una definición extremadamente precisa que no se puede dar en este momento del conflicto”.