- La mesa destinada a encauzar el diálogo entre los gobiernos de Catalunya y el Estado avanza en la sombra. Lejos del enorme ruido que acompañó al procés, y seguramente más lento de lo que los principales actores catalanes quisieran, pero quizá también más rápido de lo que quisieran muchos en Madrid, donde algunos exigen dar este foro por amortizado. La última reunión pública se produjo en septiembre de 2021. "El tiempo de la confrontación y del no diálogo entre el Govern y el Gobierno de España ya finalizó", celebran hoy en día desde un PSOE que ve en este órgano la herramienta para "reducir la tensión" entre ambas partes. O, si se prefiere, en términos políticos, para bajar el suflé catalán.

Por eso ayer la consellera de Presidència de la Generalitat, Laura Vilagrà, trató de meter carbón en esta caldera enviando un recado a la parte del Gabinete Sánchez que más abiertamente se ha comprometido con la búsqueda de un gran acuerdo que satisfaga la necesidad de un nuevo marco de autogobierno para Catalunya: Unidas Podemos. A la formación confederal se dirigieron sus dardos ante una situación en la que reprochó por ejemplo que no se haya avanzado en la modificación del delito de sedición que tanta gente llevó a la cárcel para concluir asegurando que los morados podrían "empujar mucho más" para que la mesa de diálogo entre Generalitat y Gobierno avance y dé frutos.

En una entrevista publicada ayer por el diario Ara, Vilagrà confirmó que representantes de ambos Ejecutivos mantienen reuniones discretas y de trabajo fuera de los focos mediáticos, e incluso se aventuró a anunciar que la próxima reunión de esta mesa de diálogo será antes de verano, cuando en el orden del día haya acuerdos concretos: "Espero que sea pronto y que sea provechosa", aseguró de cara a esta cita la representante del Govern.

Vilagrà explicó que este proceso de negociación no es fácil porque se parte de posiciones "muy distintas sobre el conflicto político", pero en lugar de abonarse por ello al desánimo, prefirió poner el acento en los motivos para el optimismo, como el que a su juicio supone el mero hecho de que el Gobierno del Estado haya aceptado sentarse al otro lado de la mesa para negociar, lo que tachó en sí mismo de relevante.

Sin embargo, la representante de Esquerra Republicana quiso también enviar un mensaje de calma asegurando que todavía queda mucho camino por recorrer para llegar a un posible escenario de acuerdo asegurando que el objetivo del Govern seguirá siendo intenta llegar a acuerdos que vayan en la línea de la lucha para alcanzar "la autodeterminación, la amnistía y la desjudicialización de la política".

En este sentido, y en medio de un contexto en el que se han venido evidenciando con una notoriedad creciente las tensiones entre las diferentes sensibilidades independentistas por el papel que está jugando cada cuál, Vilagrà defendió que el papel de ERC "es obligar al PSOE a sentarse en la mesa" "Algo que probablemente por iniciativa propia no haría", concluyó.

Se postula frente a ERC. La vicepresidenta de JxCat y alcaldable por Barcelona, Elsa Artadi, aseguró ayer que en las elecciones municipales de 2023 será la única candidata capaz de garantizar un "cambio" en el Ayuntamiento de Barcelona, en contraste con Ernest Maragall, de ERC, que actualmente ejerce de "muleta" de Ada Colau. En una entrevista con Efe, Artadi ha explicado que su objetivo es "doblar" los resultados de JxCat y convertirse en la primera fuerza en el Consistorio.