El Parlamento debatirá este jueves la ley del PSN para estabilizar cerca de 300 plazas de profesorado PAI con requisito de inglés. Los socialistas y Navarra Suma han acordado agilizar al máximo los trámites para que la norma pueda ser aprobada esta misma semana, sin esperar a que el Consejo de Navarra emita su informe sobre la viabilidad jurídica de una reforma muy criticada por los socios del Ejecutivo foral. “Nos vale la seguridad jurídica que nos dan los informes del Gobieno”, ha justificado el portavoz del PSN, Ramón Alzórriz. El consejero, Carlos Gimeno, acude este martes al Parlamento a explicar los objetivos de la ley.

La reforma busca reducir la temporalidad que la implantación del programa educativo ha generado en el cuerpo docente. El PAI exige el conocimiento de inglés, pero hasta ahora la normativa estatal impedía solicitar en una oferta pública de empleo el conocimiento de una lengua extranjera como requisito.

Los socialistas sin embargo creen haber encontrado una excepción: el decreto del ministro Miquel Iceta que busca facilitar la estabilización del empleo en al Administración Pública. El plazo de la normativa estatal finaliza el 30 de mayo, así que al Gobierno le urge aprobar cuanto antes la ley para garantizar que esas 300 plazas pueden salir a oposición en el futuro con requisito de inglés.

Hay sin embargo muchas dudas jurídicas de que eso pueda ser posible. Así lo entienden al menos los socios del PSN en el Gobierno, empezando por su aliado principal, Geroa Bai, que cree que esta vía solo va a generar “inseguiridad jurídica” al profesorado interino que aspira a lograr una esas plazas en el futuro. “Este es un problema que sabíamos que iba a pasar con la implantación del PAI. Estábamos aumentando la interinidad de un personal que no se puede estabilizar”, ha apuntado María Solana.

Según la parlamentaria de Geroa Bai, que fue consejera de Educación la pasada legislatura, un decreto estatal de 2007 impide exigir el conocimiento del inglés. “Preguntamos al Ministerio la pasada legislatura, y el Ministerio nos dijo que no. Que no se puede dar estatus de lengua oficial a una lengua extranjera. Esta ley puede ser fuente inagotable de recursos”, argumenta Solana.

Dudas que comparte también Podemos, que con Geroa Bai ha pedido el informe al Consejo de Navarra. Su portavoz, Mikel Buil, ha avanzado que su grupo se abstendrá si el PSN insiste en someter la ley a votación sin esperar el resultado del estudio jurídico.

La reforma tampoco tendrá el voto de EH Bildu, que criticó que el informe del Gobierno que avala la ley “carece de argumentos jurídicos”. “No se resuelven las dudas”, señala Adolfo Araiz, que critica también que se haya precipitado para este miércoles la comparecencia parlamentaria de los sindicatos de educación para que expliquen su visión de la ley. “Se les ha citado para poder decir que les han escuchado, pero todo parece que hay un acuerdo con Navarra Suma”, vaticina el portavoz de EH Bildu.

Sin votos garantizados

La proposición del PSN no tiene sin embargo el apoyo garantizado, al menos público. La derecha ha vuelto a avalar -también lo hizo la semana pasada- la tramitación en lectura única y por la vía de urgencia de la ley, pero Javier Esparza sigue sin confirmar que vaya a votar a favor. “En este momento no hay un acuerdo con el PSN”, defiende.

Inicialmente, el principal grupo de la oposición había fijado como condición para dar su apoyo, indispensable dadas las circunstancias, que los socialistas se comprometieran a convertir el PAI en un modelo educativo, como puede ser el modelo D (euskara como lengua vehícular). “El PSN tiene que tener claro que deben dar pasos sin complejo ni duda hacia convertir el PAI en modelo”, insiste Esparza, que avanza que presentarán varias enmiendas a la ley para que se voten también este jueves. “En función de la respuesta a esas enmiendas tomaremos una posición u otra”, anuncia.

Crece la tensión interna en el Gobierno

Así que el escenario sigue abierto a poco más de dos días para la votación, ahondando más si cabe en una polémica que ha dividido además al propio Gobierno de María Chivite. Una tensión añadida a la relación entre el PSN y Geroa Bai, que parece deteriorarse con los días.

Las diferencias entre el PSN y Geroa Bai no son nuevas, pero se empiezan a hacer públicas de forma habitual. La última dicrepancia viene a cuenta de la ley sobre el profesorado PAI. Los cuatro consejeros de Geroa Bai votaron en el Consejo de Gobierno en contra del informe que avala la reforma del PSN. Y eso no ha gustado a los socialistas, molestos por que sus socios hicieran pública la discrepancia.

“Aquí no hay ningún rifi-rafe interno. Lo que hay es un partido que ha incumplido la ley exponiendo las deliberaciones internas. Esperábamos mayor altura de ese partido. Nosotros respetamos las leyes”, ha reprochado el portavoz del PSN, Ramón Alzórriz en referencia a su socio de coalición, a quien criticó que quiera “estabilizar al profesorado de religión y no al del PAI”.

Previamente ha comparecido María Solana, que en tono serio ha negado que su grupo haya incumplido la ley del Gobierno. “No hemos hecho pública ninguna deliberación, solo hemos dicho cuál nuestra posición en un tema de calado”, justifica la portavoz de Geroa Bai, que recuerda que los cuatro consejeros se deben a su formación.

Solana defiende además que su grupo no hubiera necesitado hacer pública la diferencia de voto si hubiera “más transparencia” a la hora de informar sobre los asuntos del Gobierno. “De lo contrario pudiera parecer que se quiere dar a entender lo que no es. En el Gobierno no hay unanimidad y mucho menos uniformidad”, apunta Solana.

El tono de los reproches no ha pasado inadvertido para Navarra Suma, que aprovecha el río revuelto para echar la caña. “Es un síntoma claro del deterioro y de la crisis que hay en el Gobierno están rotos”, señala Javier Esparza, que considera que toda la polémica se debe a que “están pensando en calve electoral”.