pamplona - Álvaro Ablanedo Jiménez (Pamplona, 1948) trabajó durante más de veinte años como profesor de ajedrez en la ikastola Paz de Ziganda, en Villava. Ahora recuerda cómo, cuando el director José Luis Gorostidi le propuso impartir clases, Ablanedo le pidió un margen de un año para estudiar de forma intensiva euskera. Ablanedo se había formado como técnico de empresas turísticas, estudió en Madrid y el euskera no era su lengua materna. Empezó en 1989 y, al tiempo, el ajedrez se consolidó como una clase para todo el alumnado de 3º a 6º de Primaria una vez cada quince días, dentro de unos talleres y dentro de la jornada lectiva. De ahí que ahora, jubilado desde hace nueve años, defienda el papel pionero que tuvo el centro en el ajedrez escolar, y también las aportaciones educativas de esta materia: “No se trata de aprender a jugar a ajedrez, sino de apoyar a través de él a otras asignaturas”.

¿Por qué cree que se impulsó este proyecto en Paz de Ziganda?

-Lo llamativo es que se acabara haciendo dentro del horario escolar, junto a otros talleres como danza, teatro... y que se diera en varios cursos de Primaria y a todo el alumnado.

¿En qué se diferencia que sea una asignatura de una extraescolar?

-La extraescolar es más una extensión de lo que gusta al niño, y en el caso de ajedrez es porque a menudo le atrae la competición. Pero un club implica un entrenamiento específico y mucha dedicación.

¿Se apoyó el ajedrez por convencimiento, porque era una forma de diferenciar al centro...?

-En la práctica he comprobado que el ajedrez beneficia al estudiante. Le ayuda a concentrarse, a seguir la lógica, en Matemáticas, en Lengua... Y que sea un juego ayuda a que se lo tome de otra forma. Entonces fue un boom, porque el centro fue pionero en todo el Estado, aunque en Canarias también había buenas experiencias. ¿Si fue una forma de diferenciarse? Sí creo que esto del ajedrez incluso influyó en las matriculaciones. Al final, el equipo del centro lograba ser campeón en juegos escolares...

La apuesta del departamento foral de Educación ahora es por formar a docentes para impulsar el ajedrez educativo.

-Es una idea muy interesante. En mi caso, creo que tengo buena mano izquierda con los chavales y eso me ayudó al dar clase.

¿Cuáles cree que son los beneficios del ajedrez educativo?

-Lo que tiene de bueno es que puedes ser alto, pequeño, fuerte o débil, chico o chica... y eso no importa. Lo importante es que aprendes a pensar. Al tomar decisiones en ajedrez, ves que por una mala jugada puedes perder una partida. Si eso se aprende desde pequeños, creo que los chicos y chicas podrán ser más independientes.

¿Y cómo debería incluirse en los centros?

-Creo que lo ideal es que sea como una asignatura de apoyo. Que sea dentro del currículo me parece más difícil, porque entonces otras materias podrían preguntarse por qué no son incluidas también. Pero me parece que está claro que el ajedrez es beneficioso para el escolar. - G.M.