PAMPLONa - Una de las cuestiones sorprendentes del fatídico estrangulamiento de Corralillos es que el acusado había atado a la víctima los pies con el cinturón de un pantalón. “Tenía los pies cruzados, la hebilla pasada y no se le cayó el cinturón al mover el cuerpo del chico”, declaró una policía. Solo se le retiró el mismo para practicarle los sanitarios la reanimación cardiopulmonar. El acusado reconoció dicho hecho desde el comienzo y dijo que había efectuado dicha acción para que la víctima no huyera y porque “tenía miedo de que en caso de que se despertara, rompiera todo y se volviera contra él”, tal y como indicó a la llamada de emergencia en la que el 112 le puso directamente con la Policía Municipal. Un jurado preguntó a un agente por cómo tenía atados los pies y por si en la furgoneta vio alguna manta. - E.C.