Pamplona - La bióloga navarra Estíbaliz Erviti ha superado en la prueba a 748 aspirantes de todo el Estado que se presentaron al BIR. Considera “una verdadera sorpresa” que corona su apuesta personal por retomar estas oposiciones tras 13 años trabajando en una empresa de la que era responsable de producto.

Graduada en 2000 por la U. de Navarra, hizo el doctorado en el departamento de Historia y Anatomía Patológica en el mismo centro.

-Al terminar la tesis doctoral no quise hacer un posdoctorado fuera. A la vez, me ofrecieron un trabajo en una empresa navarra y decidí quedarme. Con el tiempo, el trabajo se hizo algo rutinario y necesitaba un cambio.

¿Y el examen del BIR fue un reto?

-Lo había pensado antes, pero en la primavera de 2017 volvió la idea a mi cabeza. En 2018, me animé: dejé mi trabajo en abril y en julio comencé a preparar el examen a conciencia.

Con tres hijas pequeñas -de 11, 8 y 5 años-, ha estudiado en la biblioteca entre semana y en una academia los sábados. ¿Cómo lo ha logrado?

-Me lo tomé como una jornada laboral, de estudio, de mañana. Otro tema clave es estar muy motivada, ya que la preparación puede ser muy dura. Supone mucho trabajo durante unos meses y dedicación plena todos los días de la semana menos el domingo, que era el único que descansaba.

¿Qué especialidad elegirá?

-La Microbiología o el Análisis Clínicos son lo que más me gusta. Han salido plazas en centros hospitalarios de Navarra, Gipuzkoa y Álava, que es mi radio de acción porque no supera la hora de distancia en coche para ir y venir todos los días. - Efe/D.N