pamplona - ¿Existen más denuncias o son cada vez más visibles los procedimientos?

-Creo que ocurren ambas situaciones. Hay más casos, eso es evidente. En 2013 tuvimos 28 y en 2017 llegamos a 87. La Organización Médica Colegial cifró en un 4% el aumento en 2017 en el Estado, y también creemos que se notifican muchos más casos, pero nos falta por conocer.

¿A qué atribuye el crecimiento de las infracciones?

-Ha habido un aumento del número de consultas y eso repercute en que el paciente tiene muchas más accesibilidad al médico y abusa en cierta manera de la consulta. Sí que se observan a pacientes ya predispuestos a actitudes agresivas y violentas y, a veces, la saturación del servicio o las listas de espera lleva a que esa agresividad crezca. A veces el paciente acude con unas expectativas a la consulta que luego no van por donde él quiere. Las principales causas de las agresiones son por discrepancias en la atención médica (peticiones de pruebas complementarias que el facultativa entiende que no son necesarias), por discrepancias personales (por ejemplo, el tiempo de espera para entrar a consulta) y por exigir ciertas recetas o fármacos que no se le entregan. También son relevantes las discrepancias en las situaciones de baja, porque igual un paciente no se ve curado y no entiende el alta.

¿Qué ámbito sanitario es en el que se pueden producir más situaciones de riesgo y está constatado que se denuncian más agresiones?

-Por las características de los pacientes siempre existe un riesgo alto en Salud Mental. En Atención Primaria es donde más casos ocurren y también hay riesgo en Urgencias y en los Servicios Rurales. Sobre todo hay que difundir y dar publicidad porque una agresión es un delito. Todavía se notifica poco al Colegio y por ello tratamos de reafirmar los protocolos existentes para dar una respuesta ágil y reforzarlos.

¿Cómo reacciona un médico que ha sido víctima de una agresión?

-Es una faceta muy estresante para el profesional que a veces se queda traumatizado. El Colegio ofrece asesoría y acompañamiento al profesional en todo lo necesario. Ha habido algún caso en el que el médico ha optado por el traslado de ese profesional a otro lugar de trabajo.

¿Cuál es la situación de Navarra dentro del panorama estatal?

-En Navarra, por las cifras que conocemos de la OMC hay menos agresiones por una infranotificación y por eso queremos darle difusión. Pensamos que solo tenemos que notificar los casos graves, aquellos en los que el profesional siente miedo, pero hay que comunicar cualquier incidencia para evitar que la cosa vaya a más. No hay que restar importancia a los insultos en una consulta o pensar que se puede solucionar de una manera espontánea. Es importante igualmente que haya testigos, que acuda la Policía, que se puedan reunir pruebas.