Pamplona - La sociedad pública INTIA ha editado un documental en el que recoge las razas ganaderas navarras en peligro de extinción como la vaca Betizu, las razas caballares Burguete o Jaca Navarra, la oveja Sasi Ardi o el cerdo Euskal Txerria. En un comunicado, el Gobierno explica que estas razas merecen la protección y están particularmente adaptadas a las condiciones medioambientales de su entorno. Son criadas normalmente en condiciones extensivas por pequeños propietarios y propietarias que con el apoyo del personal técnico de INTIA realizan “un gran esfuerzo para su sostén y conservación”.

Y es que, como explica en el documental el técnico de INTIA Imanol Rekondo, “las razas industriales se caracterizan porque producen mucho más rápido por lo que las razas rústicas poco a poco fueron desapareciendo. Hoy en día, gracias al trabajo de estos ganaderos que decidieron apostar por su mantenimiento y a la labor que la sociedad pública INTIA desarrolla sobre el terreno, se están recuperando e incluso se están comenzando a comercializar sus productos”, remarca. En este sentido, el documental resalta que un buen ejemplo de ello es el de la Vaca Betizu, que integra un proyecto de I+D de tres años de duración que está llevando a cabo INTIA, financiado por el departamento de Desarrollo Económico, y que tiene como objetivo “encontrar un producto comercializable y competitivo de este tipo de carne para mejorar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas de esta raza autóctona vacuna de Navarra”. También la raza de cerdo Euskal Txerria está en peligro de extinción. Existen en el mundo unas 600 reproductoras repartidas entre Navarra, CAV e Iparralde, “una cifra no tan negativa si se tiene en cuenta que en 1980 tan sólo quedaban cincuenta ejemplares de este cerdo rústico, adaptado a las condiciones climáticas de la zona y a la explotación al aire libre”. Ahora mismo por parte de INTIA se está trabajando junto con productores para fijar la raza y crear un libro genealógico que establezca, por ejemplo, cómo deben realizarse los cruces, para conseguir la máxima pureza de la raza y un producto de alta calidad. Por su parte, la Jaca Navarra es un caballo propio y autóctono de la Comunidad foral. Como explica Alberto Pérez de Muniain, técnico caballar de INTIA, “es otra de las razas considerada en peligro de extinción, aunque en el siglo XVIII estaba extendida por toda la Sierra de Urbasa Andía. Sin embargo las tendencias del mercado, la mecanización y otra serie de circunstancias, provocaron que se fuera cruzando con caballos traídos de Francia para conseguir animales de mayor porte y de mayor aptitud carnicera”, remarca. De esta raza navarra se originó la Raza Burguete, una cabaña que en los últimos años también se ha mejorado mucho. Es un animal rústico, adaptado a las condiciones de montaña y cuyo sistema de producción es extensivo. Proporciona una carne muy rica en proteínas, baja en grasa y muy digestiva por su baja cantidad de colágeno, pero su característica principal es su gran aporte de hierro. Etimológicamente el nombre de la raza de oveja Sasi Ardia procede de dos vocablos del euskera: “Sasi”, (zarzal) y “Ardi”, (oveja). En una traducción literal que significa “oveja de zarzal”. Dicho nombre se corresponde con el medio en que viven estos animales, en zonas de arbolado, zarzas y sotobosque. Hace 50 años, con pocos efectivos por explotación, era utilizada para la obtención de corderos lechales y la producción de leche cuyo destino era la elaboración de queso para autoconsumo. - D.N.

Betizu. Vaca autóctona en estado semisalvaje que se mantiene en fincas de Diputación. Se quiere comercializar su carne.

Euskal Txerria. Es el cerdo autóctono de explotaciones familiares. El reto es mantener la raza pura y garantizar la reproducción.

Jaca Navarra. Procede de Urbasa y Andía pero fue a menos por la mezcla con ganado francés.

Caballos Burguete. Animal muy rústico bueno para labores de labranza y muy proteínico.

Sasi Ardia. Oveja muy adaptada al terreno con maleza.