pamplona - La atención terapéutica para maltratadores condenados en los tribunales navarros ya suma casi 1.400 atendidos desde 2005, fecha de arranque del programa de intervención coincidiendo con la aprobación de la Ley de Violencia de Género, y las cifras de éxito o mejoría con los agresores alcanza al 88% de aquellos que finalizan dicho tratamiento. En total, los que acabaron el programa fueron 953 y los especialistas de Psimae, Instituto de Psicología Jurídica y Forense que cubre en Navarra esta atención, destacan el bajo porcentaje de reincidencia en aquellos casos que pasan por la terapia. La mayoría de ellos, el 65%, lo hacen obligados por una sentencia judicial mientras que 150 personas acudieron de forma voluntaria (10,8%) y otros 344 se sometieron al tratamiento voluntario en prisión.

Acerca de la eficacia de la terapia, Echauri resume que “el resultado satisfactorio del programa va a impedir que se repitan situaciones de reincidencia, pero tenemos constancia que el 3% de los que hemos atendido han reincidido. También creemos que hay una cifra oculta de otros reincidentes que no conocemos, bien porque han sido condenados por otros hechos a penas que no son de prisión y pueden ser de trabajos en beneficio de la comunidad o bien porque han protagonizado algún episodio nuevo que no ha sido denunciado. Por eso, calculamos que entre el 6-7% podemos situar el porcentaje de conductas reincidentes, dentro de perfiles que son difícilmente recuperables y complicados de abordar”, explica Josean Echauri, fundador de Psimae y responsable del programa de atención a maltratadores, que desarrolla el tratamiento ambulatorio (para condenados en libertad) y en prisión (someterse al programa no concede beneficios penitenciarios). “En prisión siempre es más difícil de seguir un caso, porque les cambian de centro o porque se acerca el juicio y piensan en otra cosa. Pero es importante que tengan al menos la posibilidad de que cuando salgan de la cárcel, puedan continuar el tratamiento”, destaca.

EDADES Y ANTECEDENTES Echauri recuerda la precocidad de muchos agresores -el 30% de ellos tienen menos de 30 años-, y suele explicar que tiene que ver con lo que llama “la intolerancia a la frustración, a que les digan que no. Es un dato que nos preocupa. Aquí no nos podemos agarrar a que sea gente sin estudios ni formación”. En las estadísticas que maneja el gabinete psicológico, que se dirige desde la Sección de Atención a Víctimas del Delito del Servicio Social de Justicia, destacan que la mayor parte de los maltratadores en terapia cuentan con título de la ESO. En total, el 28,4% de los 1.395 atendidos. El 26% solo tiene Primaria, el 20% ya obtuvo el título de Bachillerato, el 19% el de FP y un 5,5% se graduó en la Universidad.

En el desglose de variables que usan los especialistas también sobresale que el 58% de los pacientes cuenta con algún antecedente psiquiátrico en su historial médico. Serían hasta 808 agresores con dicho perfil y, de ellos, 548 son adictos a algún tipo de sustancia. “Es muy común en este tipo de agresores que se den consumos de alcohol y drogas”. Para finalizar, otra cifra nada desdeñable resulta la de los maltratadores atendidos que sufrieron maltrato en la infancia. Suman 508 casos (el 36%), 346 de ellos tras haber sufrido el maltrato y 162 por haberlo observado.