Pamplona - El Gobierno de Navarra va a intensificar las medidas disuasorias que están aplicando para alejar a la osa Claverina de las zonas de pasto del valle de Roncal, tras haberse confirmado dos nuevos ataques. Los hechos se habrían producido el pasado fin de semana, los días 18 sábado y 19 domingo, en el término de Uztárroz, con resultado de dos ovejas muertas. Las medidas disuasorias se aplicarán siguiendo las pautas definidas en el Protocolo de intervención con oso en el Pirineo, elaborado por el grupo de trabajo del oso pardo y aprobado por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Con estas intervenciones se persigue alejar a la osa de la zona de pastoreo y cambiar sus hábitos de alimentación, ha explicado el Gobierno foral en una nota.

Tal y como defendió la directora general de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra el pasado viernes en la reunión que tuvo lugar en Madrid, “el Gobierno de Navarra aboga por una gestión integral del oso pardo en el Pirineo para garantizar la pervivencia de la ganadería extensiva, así como la calidad de vida de los pastores que gestionan los rebaños”.

Desde el Gobierno foral han recordado que Claverina nació en Eslovenia y fue liberada el pasado otoño a la vertiente norte de los Pirineos occidentales como parte del programa francés para reforzar la población de esta especie. En los últimos meses, este ejemplar ha sido detectado en varias ocasiones en Navarra, donde ha provocado la muerte de nueve ovejas. Esta semana continúa la instalación de geolocalizadores en los rebaños que pastan en el Pirineo para detectar movimientos extraños que indiquen que algo las ha alterado. Hasta el momento ya se han colocado una veintena y está previsto llegar a los 34. Asimismo, para reforzar el equipo de Guarderío de Medio Ambiente de la demarcación esta semana se han contratado dos nuevos guardas. Por otro lado, y siguiendo con las medidas de apoyo a la ganadería extensiva, en junio se incorporará el primer pastor que dará apoyo a ganaderos de la zona en el cuidado de las ovejas. Ante la sospecha de un ataque de oso, los ganaderos afectados se deben poner en contacto con el teléfono 699 30 76 98 de Guarderío de Medio Ambiente.

El caso aún no es comparable al de Goiat, pero en Lleida se definió ya un protocolo que distingue tres categorías según su conducta: el oso habituado, el oso problemático y el oso con problemas. También define y recomienda las características mínimas de los equipos de intervención que cada comunidad con competencias en materia de fauna protegida debe implementar en las zonas de presencia estable de oso. Distingue tres fases de intervención: una primera de diagnóstico, seguimiento y ejecución de medidas proactivas y de inicio de medidas aversivas (aplicando técnicas de disuasión) que se refuerzan en la segunda fase. Solo se pasaría a una expulsión si estas fracasan. - D.N.