PAMPLONA. Agentes de Policía Foral, Policías Locales de Navarra y Guardia Civil participarán entre el 5 y el 15 de julio en una nueva campaña de control y detección de consumo de alcohol y drogas a conductores.

En concordancia con los objetivos previstos en la Estrategia Navarra de Seguridad Vial, esta iniciativa pretende conseguir que los positivos de alcoholemia en los controles preventivos desciendan del 1 %, indica el Ejecutivo Foral, que apunta que estos controles se han mostrado como uno de los factores que permite cambiar la actitud de la ciudadanía, en general, y de las personas conductoras, en particular.

Además, según señala, se ha contemplado una clara disminución de positivos en los últimos controles realizados.

El objetivo es concienciar a las personas conductoras de que, bajo los efectos de alcohol y drogas, se multiplican los riesgos de sufrir accidentes y de que el consumo de estas sustancias, repercute en una mayor mortalidad, por ser un factor con peor pronóstico en las lesiones sufridas.

De los datos extraídos de estas campañas se destaca que, con tasas de alcoholemia dentro de los márgenes legales permitidos, el nivel de riesgo de accidente de tráfico puede verse incrementado, de ahí que se insista en que la única tasa segura para conducir es el 0 %.

Según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO), alrededor del 25 % de todas las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que, aproximadamente, sólo el 1 % del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5 g/l de alcohol en la sangre o más.

A medida que la concentración de alcohol en la sangre aumenta, la tasa de incidencia de accidentes también se incrementa y así, en comparación con conductor sobrio, la tasa de incidencia de accidente con una tasa de alcoholemia de 0,8 g/l (siendo este el límite legal en 3 de los 25 estados miembros de la UE, en España es 0,3 g /l), es 2,7 veces mayor que la de una persona conductora sobria.

Cuando la a tasa de alcoholemia es de 1,5 g/l su tasa de incidencia de accidente se estima que es 22 veces mayor que la de una persona conductora sobria. En esos casos además la tasa de incidencia de accidentes de gravedad mortal es aproximadamente 200 veces mayor que cuando se trata de conductores que no han ingerido alcohol.

El consumo de alcohol conlleva un aumento en el tiempo de reacción, una infravaloración de la percepción de la velocidad y problemas de coordinación, que llevan a una peor percepción de la distancia, problemas de la visión o un aumento de la somnolencia.

Desde la entrada en vigor de la Ley del Permiso por Puntos, alrededor del 12 % de los infractores sancionados y del 14 % de los puntos detraídos han tenido su causa en la conducción con una tasa de alcohol superior a la establecida. Además, dos de cada tres delitos cometidos contra la seguridad vial están relacionados de alguna forma con la ingesta del alcohol.

En 2018 en la Comunidad Foral se realizaron cinco campañas policiales contra el alcohol y drogas, con 70.617 vehículos controlados, 546 denuncias por ingesta de alcohol y 1.401 controles con 373 denuncias por consumo de drogas.

Asimismo, la Policía Foral realizó 4.057 pruebas de drogas, un 49 % más que en 2017, a consecuencia de las cuales fueron denunciados 1.259 automovilistas, un 31,8 %, por dar positivo en alguno de los cinco tipo de drogas que detectan los test de saliva: cannabinoides en el 57,9 %; anfetaminas / metanfetaminas en el 43 %, cocaína en el 25,6 % y opiáceos en el 3,1 %.

En el Estado, un total de 95.000 conductores y conductoras dieron positivo en las pruebas de alcohol y drogas.