PAMPLONA.- Un total de 272 estudiantes de trece centros de Formación Profesional de Navarra realizaron el pasado curso prácticas en empresas en el marco de la modalidad dual, que exige que el 33% del currículo formativo se imparta en las empresas. El número de alumnos inscritos en 1er y 2º curso de los 22 ciclos ofertados en dual es de 777, “lo que no significa que todos vayan a realizar finalmente las prácticas en ese sistema”, tal y como puntualizó Esther Monterrubio, directora del servicio de FP del departamento de Educación. Ahora bien, estos datos de estudiantes potenciales de realizar sus estudios en dual sitúa a Navarra a la cabeza del ránking estatal. Esta comunidad también logra uno de los porcentajes de inserción laboral de los estudiantes de FP más elevados con un 83%.

La modalidad dual llegó a Navarra en 2013-14 y se implantó en aquellos ciclos formativos donde la presencia en las empresas era más elevada. El Gobierno estatal aprobó en 2012 un real decreto en el que se determino que, para que un ciclo formativo se considerara dual, sólo se exigía que el 33% de las horas de la formación debían impartirse en las empresas. A partir de esa norma, cada comunidad adaptó esta modalidad a sus características y en Navarra se aprobó una resolución con tres criterios claros: las prácticas, con generalidad, se tenían que realizar a lo largo del 2º curso; todo el grupo del ciclo debía hacer prácticas en dual; y el programa formativo debía ser “individualizado” entre alumno, centro y empresa.

Con la llegada del Gobierno del cambio, Educación aprobó en 2017 una nueva resolución que introdujo algunos cambios. “Las prácticas siguen siendo en alternancia en el centro y la empresa en 2º curso, pero ya no es obligatorio que las hagan todo el grupo. Y otra novedad fue la decisión de animar a las empresas (no las podemos obligar) a apostar por un contrato formación o una beca, es decir, por otorgar al estudiante una pequeña compensación económica. Y es que son unas 660 horas de trabajo y el alumno además de recibir formación resulta productivo para las empresas”, explicó Monterrubio. Los sueldos oscilan entre 200 y 400 euros al mes.

Asimismo, en la nueva resolución también se apuesta por impulsar cursos de formación para tutores de empresas y tutores de centros. “En los últimos años se ha dado un crecimiento importante y cada vez son más los centros que demandan implicarse en la modalidad dual. Cuando llegué en 2015 traté de quitar un poco la presión que sentían los centros y explicar las ventajas que tiene este modelo, y se han vencido muchas resistencias. De hecho este año han entrado de forma agradable centros que estaban muy reacios y que han visto que en ciertos ciclos puede ser interesante, y también valoran que no sea obligatorio que vaya el grupo completo”, expuso.

once nuevos ciclos En la actualidad, los estudiantes que se inscriben en un ciclo dual saben que tienen la posibilidad de hacer prácticas a lo largo del 2ª curso, pero también que no es obligatorio. “El profesorado hace una primera selección y elige a estudiantes que quieren ir y que están preparados para ir”, puntualizó Monterrubio, que asegura que el futuro pasa por “analizar caso por caso y apostar por proyectos singulares y siempre teniendo en cuenta de que si ofertamos un ciclo en dual es para mejorarlo”. De cara a 2019-20, la fórmula dual llegará a once nuevos ciclos.

En cuanto a la inserción laboral, Monterrubio afirmó que en la modalidad dual suele crecer entre 2 y 3 puntos con respecto a los ciclos tradicionales. Ahora bien, la directora valora la “altísima” inserción que existe en Navarra y que se sitúa en el 83%, llegando al 100% en el ámbito industrial. “Hay que tener claro que ese 83% hace referencia a los que se quedan en el mercado laboral, ya que hay muchos estudiantes de los ciclos sanitarios y educativos que siguen estudiando”.