PAMPLONA - Agentes de la Policía Foral adscritos a la comisaría de Estella desalojaron a finales de mayo una vivienda en Allo que había sido ocupada horas antes por un matrimonio con un hijo, después de fracturar la cerradura. El titular del inmueble se dio cuenta de la ocupación a media tarde y dio aviso a la Policía Foral, que movilizó a una patrulla que invitó a los ocupantes a abandonar la vivienda, algo que hicieron sin oponer resistencia.

En junio de este mismo año, agentes de la Guardia Civil de Navarra detuvieron en Ayegui a un hombre que estaba ocupando una vivienda sin el consentimiento de su dueño y que la utilizaba como almacén de objetos de procedencia ilícita, entre ellos más de 150 dispositivos electrónicos, así como diversas herramientas y material de construcción que podrían haber sido robado. En este caso el morador fue arrestado como supuesto autor de un delito de robo con fuerza, un presunto delito de usurpación de bien inmueble (vivienda), y por un presunto delito de defraudación de fluido eléctrico, ya que se encontraba conectado de manera ilegal a la luz.

Estos son sólo dos de los más de 70 casos denunciados ante la Policía Foral y la Guardia Civil en los últimos dos años por ocupaciones de domicilios en Navarra, una actividad ilegal que se concentra en localidades situadas en la mitad sur de la Comunidad Foral, con especial incidencia en pueblos de la Merindad de Estella, Merindad de Olite y Merindad de Tudela, y con escasa relevancia en el resto de las zonas de la Comunidad Foral. El artículo 245.2 del Código Penal establece que la ocupación de un domicilio para vivir en contra de la voluntad de su titular está tipificado como un delito de usurpación de inmueble castigado con penas de multa de tres a seis meses.

DENUNCIAR CON PRONTITUD Las cifras sobre este fenómeno aportadas por la Policía Foral y la Guardia Civil indican que en los últimos dos años se han producido más de 70 ocupaciones de inmuebles en localidades de la Comunidad Foral. Así, entre junio de 2018 y julio de 2019, la Policía Foral recibió 44 denuncias relacionadas con usurpaciones de domicilios, según la información aportada por este Cuerpo policial, desde donde hacen hincapié en que ante una situación de este tipo “el afectado debe denunciar el hecho a la Policía lo antes posible con el objetivo de realizar las diligencias policiales oportunas con la mayor brevedad”, de cara a restituir la disponibilidad de la vivienda ocupada.

Por su parte, desde enero de 2017 y hasta mayo del presente año, la Guardia Civil de Navarra un total de 29 casos de ocupaciones en localidades de la Comunidad Foral. La actuación de los agentes, indican desde el Instituto Armado, consiste “en formar parte de la comisión judicial dispuesta para los posibles desalojos y habitualmente basta con su mera presencia para que se lleve a cabo el desalojo por parte de los ocupantes”. Desde el sector de la seguridad privada se recomienda como medida preventiva la instalación de alarmas en aquellas viviendas no habitadas regularmente.

DESDE CHALETS A CASAS DE CAMPO La tipología de domicilios ocupados es variada, según la información facilitada por la Policía Foral y la Guardia Civil, ya que las denuncias recogidas en los últimos dos años contemplan hechos que han sucedido en viviendas, chalets o casas de campo, que normalmente son vigilados de forma previa a la usurpación efectiva por parte de los ocupantes para comprobar que se trata de inmuebles no habitados de forma regular.

En cuanto a la ubicación de los inmuebles que han sido objeto de ocupación ilícita en los últimos dos años en Navarra, estos se sitúan en la mitad sur de la Comunidad Foral, principalmente, con incidencia importante en pueblos pertenecientes a la Merindad de Estella, Merindad de Olite y Merindad de Tudela, y escasa repercusión en el resto de zonas de Navarra.

Tanto desde la Policía Foral, como desde la Guardia Civil, afirman que las ocupaciones de bienes inmuebles en municipios de Navarra “no es una problemática en auge”. En este sentido, desde el Instituto Armado se apunta que desde 2017 se mantienen unos “números similares”, con un ligero repunte en 2018, pero “sin ser significativo”.

Delito de usurpación. El artículo 245.2 del Código Penal establece que la ocupación de un domicilio para vivir en contra de la voluntad de su titular está tipificado como un delito de usurpación de inmueble castigado con penas de multa de tres a seis meses.

Tipos de inmuebles. Las denuncias recogidas en los últimos dos años contemplan ocupaciones de viviendas, chalets o casas de campo, que normalmente son vigilados por parte de los ocupantes de forma previa para comprobar que se trata de viviendas no habitadas de forma regular.

¿Qué hacer? Desde la Policía Foral hacen hincapié en que ante la ocupación de un inmueble, “el afectado debe denunciar el hecho lo antes posible con el objetivo de realizar las diligencias policiales oportunas con la mayor brevedad”, de cara a restituir la disponibilidad de la vivienda ocupada.

Actuación policial. La intervención policial consiste “en formar parte de la comisión judicial dispuesta para los posibles desalojos” y habitualmente basta con la mera presencia de los agentes para que se resuelva la situación, indican desde la Guardia Civil.