pamplona - La lección inaugural de este nuevo curso corrió a cargo del catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la UPNA, José Luis Goñi Sein, quien analizó la incidencia de la inteligencia artificial en el ámbito de la empresa y de las relaciones laborales y señaló los principios éticos que deben respetarse en su desarrollo y uso para preservar los derechos fundamentales.

Así, apuntó que, si bien en nuestros días se vive una “fascinación” por la inteligencia artificial y el big data, “avances que tienen innegables efectos positivos dado que contribuyen al progreso humano”, liberando a las personas de las tareas más penosas y tediosas o ayudando a aquellas con movilidad reducida, también producen “destrucción de empleo” y cierta “deshumanización” de la sociedad.

“Todas las innovaciones tecnológicas, que se engloban bajo el fenómeno de la digitalización están produciendo un repentino cambio en la realidad productiva, una auténtica revolución, que vienen a alterar radicalmente la forma en que la gente vive y trabaja”, explicó Goñi. En este sentido, aclaró que por más que los robots actúen con un alto grado de autonomía y sean capaces de generar sus propias instrucciones, “no hay que dejar de ver detrás de cada robot a la acción humana”. “Las máquinas adoptan la decisión por delegación humana. Y, en esa medida, el hombre es el responsable último de la decisión”, defendió.

marco ético y jurídico Para el catedrático, se hace necesario contar con directrices éticas que regulen el desarrollo de la inteligencia artificial. Por ello, la forma correcta de construir un futuro con inteligencia artificial, avanzó Goñi, es garantizando “el establecimiento de un marco ético y jurídico de la IA, tal y como ya destacó la Comisión Europea”. “Ese marco debe estar basado en los derechos fundamentales consagrados en la UE, la Carta de la UE y la legislación internacional sobre derechos humanos. - U.Y.