PAMPLONA - Wenceslao Jesús Pérez Remón permanecía ayer ingresado en estado de coma inducido en el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) pendiente de la evolución que pueda experimentar en los próximos días. De 52 años y vecino de Aibar, el trabajador superviviente del accidente laboral registrado en Viscofan, acumula más de 30 años de experiencia en la fábrica de Cáseda, donde actualmente es jefe de uno de los cinco turnos.

Muy apreciado en la localidad en la que está afincado, Wenceslao Jesús Pérez está casado con Elena Lecumberri y tiene dos hijos, Ainhoa, de 17 años, y Asier de unos 20, quien ha trabajado en la factoría de Viscofan durante el verano, según indicaron ayer allegados al operario herido en el accidente laboral. En Aibar también residen dos de sus hermanos (Manuel y Charo), mientras que en Pamplona lo hacen los otros dos (Juanjo y César).

Muy aficionado a las motocicletas, como su hijo Asier, e integrante de la txaranga del pueblo, los amigos y familiares de Wences, como es conocido en su círculo cercano, se mantenían ayer muy pendientes de la información que les vayan transmitiendo los médicos del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) y de su evolución, tras resultar intoxicado por inhalación de los vapores del ácido sulfhídrico que había contenido la cuba en la que cayó su compañero fallecido, al que intentó socorrer. El hombre se encuentra en estado de coma inducido. - J.M.S.