pamplona - Después de seis años de duro trabajo, Raúl Valentín Oblitas, peruano de 28 años, está ya en las puertas de ser licenciado en Derecho, a falta de terminar el Trabajo de Fin de Grado que entregará “en enero y con calma”. Padece parálisis cerebral infantil, dolencia que le afecta a la movilidad de la parte derecha del cuerpo. A pesar de funcionar a un ritmo diferente, Raúl sabe que puede lograr todo lo que se proponga, al igual que el resto de personas.

¿Alguna vez pensó que su discapacidad se interpondría en sus estudios?

-Puede que lo pensara cuando era pequeño, cuando los demás niños hacían cosas que yo no podía. Al tiempo pensé que si era así como me había tocado vivir, al menos debía hacerlo con ánimo. Ir más lento no me impide hacer las cosas que quiero, simplemente las tengo que hacer a mi propio ritmo. Mucha gente me decía que no podría hacerlo, pero aquí estoy.

¿Cómo fue su primer curso como universitario?

-Mejor de lo que esperaba. En el instituto me costó integrarme por mi timidez y porque no tenía facilidades para adaptarme. En la universidad, en cambio, no he tenido ningún problema de accesibilidad y tanto profesores como compañeros me han ayudado mucho.

¿Le ha afectado su discapacidad motora a la hora de seguir el ritmo en cuanto a los estudios?

-Como mi problema me afecta a la movilidad de la mano derecha, escribir me cuesta más que al resto. Por ejemplo, necesito más tiempo para hacer los exámenes y no puedo tomar apuntes muy deprisa. Aún así, he tenido la suerte de juntarme con un buen grupo que me ha apoyado con todo. Es muy importante tener a gente alrededor que te diga que sí puedes hacerlo, que no te limite.

¿Cree que el sistema educativo va por el buen camino a la hora de prestar facilidades a las personas con discapacidad?

-Se está haciendo bien, pero todavía queda mucho por hacer. Creo que la concienciación es el ámbito en el que más hay que trabajar. Muchos confunden la inclusión con la protección, y no es así. Necesitamos a gente que nos impulse porque el único problema son los prejuicios de la gente, no las discapacidades. - J.L.