PAMPLONA - Navarra registró durante el año pasado un total de diez delitos de odio, cuatro menos que en 2017, un dato que sitúa a la Comunidad Foral como la región que presenta la tasa más baja de delitos esta naturaleza -1,5 por cada 100.000 habitantes-, menos de la mitad de la tasa del conjunto del Estado -3,4 delitos de odio por cada 100.00 habitantes-. La mayor parte de las infracciones penales se debieron a discriminación por la ideología (4), seguida por los delitos de odio relacionados con el racismo y la xenofobia (2) y por cuestiones de discriminación de sexo o género (2), según el balance del Ministerio del Interior.

La repercusión de este tipo de delitos fue abordada ayer en unas jornadas organizadas por la Guardia Civil, en la Confederación de Empresario de Navarra, en Pamplona, las cuales fueron inauguradas por el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, y que contaron con la participación de la fiscal especial de Delitos de Odio en Navarra, María del Campo; Sagrario Mateo, de la asociación contra el maltrato Saber amar con corazón; Dania Larbi y María Cristina Martínez, de la plataforma ciudadana contra la Islamofobia; Carlos Montoya, vicepresidente de la asociación Kattalingorri, y Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia.

El último balance del Ministerio del Interior sobre los delitos de odio muestra que en la Comunidad Foral se registraron el año pasado un total de diez infracciones penales de este tipo, lo que supone una tasa de 1,5 delitos por 100.000 habitantes, inferior a la tasa de 2,2 que hubo en 2017 en la Comunidad Foral, cuando se tuvo conocimiento de 14 hechos delictivos de esta naturaleza. Junto a Canarias, Extremadura y Murcia, que presentan igual índice, Navarra presenta la tasa más baja de delitos de odio del Estado.

LA MAYORÍA, POR LA IDEOLOGÍA Cuatro de los delitos de odio contabilizados el año pasado en la Comunidad Foral fueron por razones de ideología, idéntico número que en 2017; dos lo fueron por racismo o xenofobia (4 en 2017); dos por discriminación por razón de sexo o género (0 en 2017); uno por orientación sexual o identidad de género (hubo 5 en 2017); y uno por creencias o prácticas religiosas, mismo número que en 2017. El número de víctimas derivadas de esos delitos fueron 6 personas, según el mismo balance del Ministerio del Interior, frente alas 13 del año anterior.

Además, se produjeron tres detenciones por su relación con las infracciones de odio conocidas, por sendos delitos de racismo o xenofobia, creencias o prácticas religiosas y discriminación por razón de sexo o género, mientras que en el año 2017 hubo siete detenciones. Como consecuencia de las mismas, se esclarecieron cuatro delitos de odio de los diez registrados (por racismo o xenofobia, ideología, discriminación por razón de género o sexo y por las creencias o prácticas religiosas), frente a los siete hechos esclarecidos en 2017.

El balance del Ministerio Interior muestra un incremento de delitos de odio en el Estado, ya que durante el año pasado se produjeron 1.598 infracciones, frente a las 1.419 del ejercicio anterior. Este dato significa que el Estado presenta una tasa de 3,4 delitos de odio por 100.000 habitantes, cifra ligeramente superior a la tasa de 3 delitos por 100.000 habitantes que se registró en 2017. Catalunya ostenta la tasa más elevada (7,7), seguida por La Rioja (7,3) y la CAV (5,5).