Llegan disfrazadas de princesas del petróleo, ocultas en alojamientos vacacionales, indescifrables en posibles canjeos de euros por criptomonedas o con apariencia de ser contenido propio de una empresa de alta gama para que no haya dudas posibles. También se cuelan en ocasiones como perfiles de organismos públicos, los hackean y suplantan y vayan ustedes luego a rendir cuentas para diferenciar si aquello es un fake o una liebre. Las estafas informáticas, de la forma que sea, han llegado para quedarse. Los grupos policiales especializados en este nuevo género de delincuencia informática trata de formarse con el acelerador puesto para ir por delante de estos delincuentes contemporáneos y que, muchos de ellos, pertenecen a grupos criminales organizados asentados a miles de kilómetros o que solo tienen contacto a través de la Red. Son delitos que crecen sin resuello. Este mismo año, las alertas policiales al respecto de estas modalidades delictivas han sido frecuentes. En febrero, la Policía Nacional de Navarra detectó un repunte de denuncias en la época previa a la Semana Santa cuando toca elegir alojamiento para pasar las vacaciones, que pueden llegar hasta los 1.500 euros. El cuerpo policial explicó entonces que las bandas especializadas realizan las estafas partiendo de alojamientos ficticios y actúan a través de internet, sirviéndose de portales inmobiliarios reales para introducir anuncios fraudulentos.

En junio del pasado año, la Guardia Civil de la Comunidad Foral advirtió sobre la difusión masiva por correo electrónico de un fraude conocido como estafa nigeriana, a través del cual el autor trata de conseguir dinero de sus víctimas prometiéndoles la entrega posteriormente de una cantidad mayor. En este caso el gancho fue una princesa saudita, viuda de un magnate del petróleo que murió sin dejar hijos, pero que sí dejo 26,1 billones de euros. Tres meses después, la Policía Foral detectó una nueva campaña de correos electrónicos fraudulentos con el objetivo de extorsionar con un supuesto vídeo sexual. 750 dólares americanos en un plazo de 36 horas a cambio de no difundir dicho vídeo a los contactos de la víctima.

La Policía Nacional de Navarra recibió, asimismo, en el pasado mes de octubre varias denuncias interpuestas por ciudadanos en las que relataban que reciben un correo electrónico supuestamente de la Agencia Tributaria en el que les informaban que tras realizar una revisión de su declaración de la renta, ésta les salía a devolver. Seguidamente, los estafadores pedían los datos bancarios de las víctimas, concretamente el número de la tarjeta (supuestamente para ingresarles el importe a devolver), además de la fecha de caducidad y el código de seguridad de la misma. Durante el mismo mes, el mismo cuerpo policial detectó en Navarra una nueva modalidad de estafa por internet a través de supuestas inversiones en monedas virtuales o criptomonedas, ya que esos últimos meses se detectaron multitud de páginas web y entidades que ofrecían supuestos servicios de inversión en el mercado de valores o en las cada vez más frecuentes monedas virtuales, prometiendo altas rentabilidades y muy bajo riesgo. Así, las policías aconsejan a la ciudadanía que no aporte ningún dato bancario por teléfono o por correo electrónico y que, ante la duda, antes de tomar ninguna decisión, acuda a cualquier cuerpo policial para ser asesorado.