- El efecto dominó es inmediato. Apenas existe movilidad en las calles, hay menos tráfico en la carretera, los bares y la mayor parte de los comercios se encuentran cerrados y parece que los ladrones y delincuentes, incluso los conductores ebrios y sin carné o sin puntos en el mismo, se han confinado también en sus moradas. La actividad en el juzgado de guardia es especialmente baja. Desde el viernes hasta ayer mismo la jueza de guardia, la titular del juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona, solo ha dictado cuatro órdenes de ingreso en prisión. El delito está confinado y la actividad delictiva ha derrapado. Las personas enviadas a prisión fueron por un delito de violencia habitual (malos tratos), otro por quebrantamiento de una orden de alejamiento, uno por robo continuado y otro por robo con intimidación. Uno fue enviado el viernes, otro el sábado, uno más el domingo y el cuarto el pasado martes, que fue un ciudadano norte africano por un asunto de violencia de género grave en Sakana. Asimismo, desde el viernes solo ha habido media docena de comparecencias de detenidos que se hicieron por videoconferencia, que es la práctica que se ofrece con los arrestados de la Policía Nacional y la Guardia Civil. El lunes se suspendieron todos los juicios rápidos con los detenidos durante la guardia del juzgado, algo que tiene una media de 8 procedimientos. "Está muy por debajo de la media todo lo que se está recibiendo, en todos los apartados están bajando los delitos", comentaban ayer fuentes policiales. En el juzgado de guardia constataban que habían tenido poquísimo movimiento desde que se decretó el estado de alarma que entró en vigor el pasado domingo.

Para hacerse una idea del descenso tan significativo de infracciones penales basta con hacer un repaso a las intervenciones policiales de los últimos días. Como muestra un botón. En el Centro de Mando y Coordinación de la Policía Foral donde no dan sin embargo abasto a resolver cuestiones planteadas por los ciudadanos sobre el estado de alarma y si pueden salir a la calle a realizar tal o cual actividad, no se había recibido en la pasada noche ni un solo aviso o requerimiento que tuviera que ver con un delito. Tan solo se atendió un pequeño accidente en la Zona Media, se realizaron labores de apoyo a personal médico y otras urgencias y se hizo una labor de señalización para un transporte especial de elevada carga. También hubo un aviso por molestias vecinales. En total, siete asuntos. La media ordinaria supera con creces la veintena. En el parte donde figuran los requerimientos efectuados durante la mañana de ayer apenas aparecían 12 atenciones. Una mañana de un día normal podría alcanzar los 40 asuntos atendidos.

El descenso de denuncias es manifiesto y también pudiera estar vinculado con el hecho de que ahora no se atienden de forma presencial y solo se puede efectuar de manera telemática o salvo que una patrulla acuda al lugar del delito y recoja un acta manual.

Tanto los accidentes de tráfico como las propias infracciones de circulación se han desplomado. Ayer, la Policía Foral solo se ocupó de dos siniestros leves cuando de ordinario atiende una decena de colisiones. En cuanto al resto de delitos, por ejemplo solo hurtos o robos se pueden comunicar a diario más de una veintena de todo tipo. Robos en garajes, trasteros, empresas, instalaciones agrarias, supermercados, pisos, por la calle, otros que se realizan intimidando con arma y otros que se cometen bajo amenaza, todos esos hurtos y robos tienen ahora mismo una presencia testimonial en las estadísticas policiales. No hay mejor manera de tomarle el pulso a la calle.