- Cruz Roja comenzó ayer a repartir las primeras ayudas a escolares que reciben beca comedor pero que estos días tienen que quedarse en casa debido a las medidas para frenar el coronavirus, lo que supone un coste añadido para unas familias que se encuentran en una situación de necesidad. “La beca que recibían los menores para poder asistir al comedor ahora la recibirán en formato de alimentos o de ayuda económica para que puedan comer en su domicilio y no sea gravoso para las familias”, explicó Juanjo San Martín, coordinador de Cruz Roja en Navarra, quien señaló que se repartirán 4.400 ayudas.

Mil de ellas se entregarán en forma de lotes de alimentos que los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja, junto con los del Banco de Alimentos de Navarra (BAN), comenzaron a preparar el viernes, mientras que las demás consistirán en una tarjeta precargada para que sean las propias familias las que puedan comprar la comida.

Tanto la tarjeta como el lote, que cubrirá las necesidades de cada menor durante dos semanas, tendrán el mismo valor en cuanto a prestación se refiere, y ambas opciones se combinarán para ofrecer la ayuda durante el tiempo que dure esta situación.

La entidad encargada de hacer el reparto será Cruz Roja, que trabaja en coordinación con el Departamento de Derechos Sociales, el cual, a su vez, está coordinado con el de Educación. Así, la organización comenzó ayer a enviar desde su sede en Noáin los primeros kits de alimentos a las diferentes asambleas locales con las que cuenta en Navarra para que los voluntarios y voluntarias puedan hacer la entrega directamente en los domicilios de las familias receptoras.

“Hoy empezamos a enviar los 100 primeros lotes a Estella y Tafalla. Allí habrá personas que los descarguen y los distribuyan en cada localidad”, apuntó David Pérez, responsable del transporte adaptado. En el proceso, en el que se están siguiendo en todo momento las medidas de higiene y de seguridad, han participado por ahora alrededor de 40 personas.

La voluntad de la entidad, explicó San Martín, es “que esta semana esté repartido todo”, por lo que van a poner “el máximo esfuerzo para que las ayudas lleguen en el menor tiempo posible”. Se trata de una logística “compleja” y que se ha realizado aprovechando todos los recursos y capacidades que tiene Cruz Roja.

“Organizar los listados, las direcciones de los domicilios y las distribuciones es un modo nuevo de actuar. No es lo mismo que los menores vayan al comedor y les den la comida ahí que tener que suministrarla a los domicilios, pero en Cruz Roja estamos acostumbrados por otras operaciones internacionales y ahora nos toca aplicarlo en casa”, admitió.

Lotes de alimentos. Al igual que las becas comedor, los lotes serán individuales y cada menor recibirá uno. En concreto, cada caja contiene un kilo de arroz, otro de legumbre seca y un kilo de pasta, tres latas de tomate frito, cuatro botes de verdura en conserva, un paquete de galletas, dos litros de leche, un bote de piña, dos kilos de fruta, ocho unidades de yogures, dos envases de maxipavo, tres packs de atún en conserva de tres latas cada uno, tres paquetes de sardinas en aceite y un litro de aceite de oliva.

Tarjetas precargadas. Las familias receptoras recibirán una tarjeta para que sean ellas mismas las que realicen la compra.