- La mortalidad en Navarra va recuperando los valores normales que en años anteriores se han registrado en esta época del año, después de que disparase hasta un 94% los días en los que la pandemia del coronavirus alcanzó las cotas más excepcionales. Entre el 16 de marzo y el 30 de abril se registraron 1.379 muertes en Navarra, aproximadamente 669 personas más de las esperadas en este periodo, lo que equivale a un exceso de mortalidad del 94%. Así se desprende en el último informe de Vigilancia Epidemiológica publicado ayer por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), análisis que, entre sus conclusiones, alerta de que "la incidencia del COVID-19 se mantiene baja, pero se sigue detectando circulación del virus" y que ésta "podría reactivarse si se relajan en exceso las medidas de distanciamiento físico".

El último informe epidemiológico analiza la evolución de la pandemia desde el inicio hasta la última semana -hasta el día 10 de mayo- periodo hasta el que se habían confirmado 7.336 casos de enfermedad, aproximadamente el 1,1% de la población. Del total, 4.941 personas se contabilizaron con infecciones agudas por PCR y en el resto se detectó el virus por pruebas de anticuerpos. Un total de 1.890 pacientes habían ingresado en hospitales y hasta la misma fecha del 10 de mayo se habían notificado 17.144 casos posibles de COVID-19, con sospecha clínica por los síntomas en los centros de salud. Estos casos posibles suponen un 2,6% de la población navarra y muchos de los casos posibles no han sido analizados por lo que carecen de confirmación virológica.

Según el informe, en la semana del 4 al 10 de mayo se notificaron 935 casos posibles, un 8% más que la semana anterior. El 78% de los nuevos casos se habían realizado la prueba de PCR y el 87% se habían realizado alguna prueba, y otros pacientes puede que se analicen durante esta semana. Ambos porcentajes han aumentado respecto a semanas previas indica el informe. Añade que a pesar de analizarse en mayor proporción tanto el número como el porcentaje de casos posibles que se confirmaron mediante PCR ha ido disminuyendo, situándose en la última semana en el 11% de los casos posibles analizados. Del total, el 65% de los casos posibles se realizaron PCR o pruebas rápidas y el 27% de los analizados se confirmaron para COVID-19.

Precisa el informe que a pesar de que el número de pruebas realizadas ha aumentado, el número de diagnósticos por PCR ha descendido durante las 6 últimas semanas un 90% situándose en la última semana.

Otro dato relevante se refiere a la proporción de población que se ha confirmado para COVID-19, un 1,1% de la población analizada (más del 7% de la población), porcentajes que se elevan al 5,1% en el caso de personal sanitario y residentes en instituciones sociosanitarias cuyo resultado da un 16% de confirmados para COVID-19. Se estima que el número de personas puede ser mayor ya que puede haber infecciones asintomáticas. Precisamente para cuantificar que porcentaje de población ha pasado la infección se está realizando la encuesta seroepidemiológica cuyos primeros resultados se publicaron ayer.

Tras analizar los ingresos hospitalarios (1.890 pacientes, con máximos los días 24 y 26 de marzo para iniciar el descenso desde entonces, la mayoría varones) y los 135 en UCI, el informe detalla que los diagnósticos de infección posible por COVID-19 -19 en atención primaria presenta mayor incidencia en mayores de 80 años y la menor en niños de 5 a 14 años; que la probabilidad de hospitalización aumenta con la edad y que el riesgo de padecer la enfermedad es mayor en varones, y aumenta con la edad, con la residencia en medio urbano, en residencia socio-sanitarias y con antecedentes de diabetes, enfermedades de corazón, neoplasias, hematológicas, asma y obesidad severa.

Otro dato destacado se refiere al personal sanitario o sociosanitario, que con 844 pacientes (el 80% confirmados por PCR), un 9,5% ha requerido ingreso hospitalario. Cita que el 81% de trabajadores del SNS-O se han realizado una o más pruebas y que el 7,4% de los analizados (6% del total) han dado positivo. En cuanto a los contagios (por debajo de uno por cada paciente), dice el informe que el estado de alarma el 15 de marzo redujo considerablemente el contacto social en la población y que las medidas de distanciamiento físico han demostrado ser muy eficaces.

1,1% de la población navarra confirmada para COVID-19. El informe indica que se ha analizado al 7% de la población de Navarra y el 1,1% (7.336 personas) confirma COVID-19. Hasta el 10 de mayo se notificaron do 17.144 casos posibles de COVID-19 en los centros de atención primaria (2,6% de la población). Del total de casos posibles, se ha analizado al 65% con PCR y test, con el 27% positivo

El virus sigue circulando. La incidencia del COVID-19 continua baja en Navarra pero el virus sigue circulando y podría reactivarse si se relajan las medidas de distanciamiento físico.

Ingresos, incidencia en residencias y mortalidad a la baja. El ISPLN concluye en el último informe que siguen a la baja los ingresos hospitalarios, la mortalidad y la incidencia del COVID-19 en las residencias .