- Un niño que cumplió nueve años el pasado mes de diciembre y criado en el barrio de San Jorge de Pamplona falleció ayer en la UCI pediátrica del Hospital Virgen del Camino después de que no se pudiera recuperar de las presuntas heridas que se autoinfligió la semana pasada, mientras su tutela estaba a cargo del Gobierno de Navarra, que poseía su guarda y custodia y le había realojado recientemente en un piso de Tudela que gestiona el departamento de Derechos Sociales. El niño, nacido en Navarra, se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos desde la noche del pasado martes 26 de mayo cuando fue encontrado por otro menor, compañero del piso tutelado, después de haberse intentado suicidar. Su estado desde el comienzo fue crítico, ya que fue hallado en parada cardiorrespiratoria y los efectivos de SOS Navarra tuvieron que practicarle en el lugar las maniobras de reanimación. Inicialmente se le trasladó al Hospital Reina Sofía de Tudela y de ahí, debido a la gravedad de su estado, se le derivó a la UCI de Pediatría del Complejo Hospitalario de Navarra.

La familia fue informada de la situación al día siguiente y se puso en contacto con el despacho de abogadas de Blanca Remacha e Irantzu Aldaz, que interpusieron una denuncia para el esclarecimiento de los hechos en el juzgado de guardia de Pamplona, en aquel entonces el de Instrucción 2 de la capital navarra. Este órgano judicial deberá ahora inhibirse para que la investigación penal se dirija desde un juzgado de Tudela por ser el competente al haber ocurrido la tragedia en su demarcación jurisdiccional. La de-nuncia venía acompañada de una petición para que el menor fuera examinado por un médico forense a efectos de corroborar si las lesiones eran autolíticas.

El Gobierno de Navarra era el tutor legal del menor desde que en noviembre se alzó una resolución definitiva por el departamento de Derechos Sociales para retirarle temporalmente, por espacio de dos años, la patria potestad a sus abuelos, con los que el niño se había criado y convivía. En aquel momento, la guarda y custodia pasó al Gobierno foral, que destinó al chico a un centro especializado de la Comarca de Pamplona, mientras proseguía con sus estudios en el centro educativo en el que estaba matriculado. Sin embargo, antes de que se decretara el estado de alarma y, en principio, según la familia del menor, por la insuficiencia de plazas disponibles, el niño fue trasladado a un piso de la capital ribera. Los familiares acompañaron al menor hasta la nueva residencia a primeros del mes de marzo. Fue en los primeros contactos con sus allegados cuando el chico empezó a mostrar su malestar por la estancia en el piso de Tudela. En una de las comunicaciones presenciales que estableció el niño con su abuela, en el mes de mayo, este le volvió a manifestar sus deseos de regresar al domicilio. De hecho, en una ocasión, el niño llegó a escaparse del piso y llegó hasta la estación de autobuses para poder desplazarse hasta Pamplona, objetivo que no logró finalmente.

La abuela del menor, que ayer realizó la última visita en el hospital para despedirse del niño y que hoy tendrá una reunión con el Gobierno de Navarra, se quejaba ayer del trato recibido por Derechos Sociales y manifestó que a su juicio al menor "no le han hecho caso en ningún momento y no han tenido en cuenta sus sentimientos y que él era feliz en su entorno familiar. Lo que ha ocurrido es una injusticia que nunca tenía que haber pasado y que si le hubieran escuchado, se hubiera evitado", declaraba ayer su abuela desde su domicilio de San Jorge, donde estaba respaldada por un buen número de familiares, algunos incluso recién llegados desde Colombia, su país de origen.