- Son los menos. Pero en tiempos de pandemia hacen mucho ruido. Este fin de semana, sin ir más lejos, han dado que hablar y que trabajar. Beber en grupo, juntarse en un botellón, agruparse la cuadrilla como se hacía meses atrás, es ahora una infracción. Es bien sabido. Supone un peligro para extender la transmisión del contagio. Pero hay quien ni por esas. Las Policías están alerta ante el que cruza la línea, pero no llegan a todo. La normativa, pese a haber sido unas cuantas veces revisada y renovada, resulta diáfana a estas alturas. Las apelaciones a la ignorancia o al desconocimiento de los mandatos quedan ya muy obsoletas entre las excusas que suelen exponer los infractores a los cuerpos policiales intervinientes. Así, debería ser ya de dominio público que la mascarilla es de uso obligatorio en la calle salvo para niños de corta edad, que está prohibido el botellón en toda Navarra desde la publicación del Decreto Ley Foral de 17 de agosto (anteriormente ya habían adoptado la norma de prohibir beber en la vía pública tanto en Pamplona como en Tudela), de que las reuniones de amigos requieren del uso de mascarillas y del respeto de distancia social en todo caso. Todo ello para romper la cadena de contagio. Aunque haya quien se empeñe en lo contrario. Los ojos de la Policía ahora se multiplican, porque la ciudadanía ejerce de vigía y alertante.

Ayer mismo, la Policía Foral informó que este fin de semana había intervenido en 35 botellones, 13 el viernes y 22 el sábado. Se actuó en Mendavia, Labiano, Muruarte de Reta, Murchante (2), Irurtzun (2), Huarte, Berriozar, Ziordia, Abárzuza, Villafranca (2), Oteiza, Lesaka, Cirauqui, Paternáin, Marcilla, San Adrián, Noáin, Barañáin, Oteiza, Castejón, Arbizu, Villatuerta, Cáseda, Milagro, Buñuel, Artica, Peralta, Cordovilla y Ayegui. En Mutilva, una quincena de jóvenes fueron denunciados el sábado en Mutilva por hacer botellón en la plaza Lakuondo. Muchos de ellos estaban sin mascarilla y las patrullas de Seguridad Ciudadana de la Policía Foral, junto a los agentes municipales del valle de Aranguren, identificaron a los jóvenes y fueron denunciados. Había menores, a los que se les intervino el alcohol. El fin de semana anterior la Policía Foral había actuado en 14. En uno de ellos, en unos fosos de Tafalla se convocaron varias decenas de jóvenes para beber en grupo. Lejos de acudir a influencers para concienciar, la Policía Foral trató de que el mensaje calara hondo al difundir las actuaciones en sus redes sociales: "Así no avanzamos. En fin", escribía el perfil del cuerpo.

En la misma dirección, la Policía Municipal de Pamplona también trata de que no se destaque su labor coercitiva, sino de que el trasfondo de sus intervenciones se hagan escuchar. Y temen la llegada de estudiantes y beber en grupo se convierta en rutina diaria en pisos. Apelan a que se les avise cuanto antes y el vecindario no se enrede en discusiones estériles. Este fin de semana, los agentes de Pamplona intervinieron en 7 fiestas en pisos de la capital y en otros 7 botellones. En uno de ellos, a las 4.25 horas, se encontró a 70 jóvenes en Mendillorri que estaban bebiendo En total, 25 personas fueron denunciadas por realizar botellón, 14 por no llevar la obligatoria mascarilla, cuatro por desobedecer las indicaciones de los policías y una por fumar sin mantener la distancia obligatoria. Otra persona ha sido denunciada por producir molestias con un equipo musical y un altavoz. Fueron sancionados también cinco locales de hostelería, dos en el barrio de San Juan, dos en La Milagrosa y uno en Buztintxuri, por diversas causas: superar aforo, no cumplir medidas, incumplir horarios y uno por permitir fumar. En uno de los locales de San Juan Se denunció por contabilizar 142 personas en su interior con un aforo máximo permitido de 72. También se le denunció por permitir el incumplimiento del uso de mascarillas ya que había personas bailando, sin consumir y sin mascarilla.

Aunque sean los menos, en Navarra ya se han impuesto en un mes hasta 350 multas por la celebración de botellones, cuya prohibición en toda la Comunidad Foral no se estipuló hasta hace apenas dos semanas. De esta forma, hasta el 27 de agosto y sin contar con los de este último fin de semana, la Policía Municipal de Pamplona ha sancionado a 144 personas, 68 la Policía Municipal de Tudela, 11 la de Tafalla y hasta 45 la Policía Foral por estos hechos. Las denuncias tramitadas por no usar mascarilla superan las 1.800. Solo la Policía Municipal de Pamplona ha impuesto 630 denuncias, mientras que en Tudela se han tramitado 308, otras 21 solo desde el 14 de agosto se han incoado en Tafalla, otras 24 por parte de la Policía Local de Burlada y hasta 656 boletines ha repartido la Policía Foral con la correspondiente sanción de 100 euros por no usar la mascarilla. Por la participación en el botellón, la sanción individual es del mismo importe. En el caso de que el incumplidor sea por ejemplo un local de hostelería, la multa asciende a 1.000 euros en el caso de que exista una permisividad evidente con sus clientes y no porten mascarilla si no están tomando consumiciones.

Alfredo Ondarra, jefe de Policía Municipal de Tafalla, recuerda que los botellones son "actos que generan responsabilidades individuales. Pero es evidente que con los recursos que tenemos es imposible que cuando acudamos a un botellón se denuncie a todos los participantes. La media es de 10 denuncias, pero nuestra primera labor es preventiva y tratamos de advertirles de que se disuelvan. Ahora, cuando acabe el buen tiempo, es seguro que el botellón se atomizará y acabará en huertos y pisos". Juan Cruz Ruiz, jefe de la Policía Municipal de Tudela, resume un sentimiento común entre los especialistas. "La inmensa mayoría cumple con las medidas. Pero hay quien alega que el Gobierno restringe sus derechos y lo llaman bozal y te dicen que les importan los muertos. Ves de todo". Para Ruiz el no uso de la mascarilla empieza a ser más visible a partir de las 21.00 horas, puesto que durante el horario comercial "apenas se ven incumplimientos y en piscinas solo hemos puesto cuatro sanciones".