- Navarra no para de temblar. Desde hace menos de dos meses, el Instituto Geográfico Nacional (IGN), organismo dependiente del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, ha registrado más de 600 terremotos con epicentro en el entorno de Lizoáin-Arriasgoiti y el Valle de Egüés desde el pasado 19 de agosto. Tan sólo en lo que llevamos del mes de octubre se han producido más de 300, según el último informe de actividad sísmica de la Red Sísmica Nacional.

La elevada actividad sísmica, que ha generado alarma social en las localidades situadas al noroeste de Pamplona, está bajo la supervisión directa del Instituto Geográfico Nacional, que de forma temporal y para atender esta crisis ha instalado por el momento dos estaciones más una Unidad Móvil VSAT (UMV) y un registrador portátil, que se suman a las tres estaciones sísmicas permanentes situadas en Oroz Betelu, Aranguren y Alkurruntz, y dos acelerógrafos ubicados en Pamplona e Itoiz. Al respecto, desde la Red Sísmica Nacional advierten que "al aumentar el número de instrumentos para intentar detectar terremotos muchísimos más pequeños, el número de eventos que se registran también se incrementan, ya que ocurren habitualmente microterremotos que no se perciben".

En el último informe de la Red Sísmica Nacional, de 13 de octubre, se indica que desde el día 19 de agosto de 2020, en que se inició la serie, se han detectado un total de 601 terremotos en las cercanías de los municipios navarros de Lizoáin-Arriasgoiti y el Valle de Egüés, de los cuales diez fueron de magnitud mayor o igual que 3,0 y 51 fueron sentidos por la población. El 60% de los eventos registrados, en concreto 358, superaron los 1,5 grados y más de la mitad han tenido lugar en las dos primeras semanas de octubre.

Entre estos movimientos destacan un terremoto de magnitud 4,1, que se produjo el 30 de agosto, y que fue ampliamente sentido, pero sin causar ningún daño. La serie sísmica se reactivó posteriormente a finales de septiembre con un terremoto el día 25 de magnitud 3,3, también ampliamente sentido por la población en la zona epicentral. El día 30 de septiembre del 2020 se registró un terremoto de magnitud 4,5 al norte de Lizoáin, seguido el día 1 de octubre de otro terremoto de 4,4. Ambos fueron sido ampliamente sentidos en las provincias de Navarra, Gipuzkoa, La Rioja, Zaragoza y Huesca, llegando incluso a sentirse en las provincias de Lleida, Barcelona y Tarragona el de mayor magnitud.

En la zona epicentral la máxima magnitud registrada ha sido de 4,5 durante la crisis sísmica de 2004, serie que algunos estudios asocian al embalse de Itoiz, y en septiembre de 2020, ambos con intensidad V. Aparte de estos dos periodos en los que se registran un gran número de eventos, cabe destacar dos eventos ocurridos en la zona de Lizoáin en 2007 con magnitud 2,8 e intensidad IV y en 2010 en Nagore con magnitud 3,5 e intensidad III.

Además, cerca de la zona epicentral destacan varios terremotos en los alrededores de la ciudad de Pamplona. A lo largo del siglo XIX hay catalogados tres terremotos históricos con intensidades entre IV y IV-V y en el siglo XX destacan uno con intensidad VI en 1903 y otro con intensidad IV en 1990. Más al sur destacan dos terremotos con intensidad V ocurridos en Legarda (M 4,5) en 1982 y en Gazólaz (M 4,0) en 1996. Al norte cabe destacar un terremoto de magnitud 4,2 registrado en Olave en 2017 también con intensidad V y hacia el este se tiene constancia de un terremoto con intensidad IV en Aoiz ocurrido en 1887.

¿Cómo se registra la actividad sísmica, con qué herramientas y/o dispositivos? Los principales equipos que registran los terremotos son sismógrafos y acelerógrafos (estos últimos para movimientos más fuertes y muy cerquita del epicentro). Estos equipos se basan en el movimientos de una masa suspendida, que "vibra" cuando llegan las ondas sísmicas. Luego se digitalizan las señales y se envían al Centro de Recepción de Datos (CRD) en Madrid donde se procesan.

¿Cuántas estaciones sísmicas o sismógrafos hay instalados actualmente en Navarra? La Red Sísmica Nacional dispone de tres estaciones sísmicas permanentes situadas en Oroz Betelu, Aranguren y Alkurruntz que transmiten sus datos de diferente forma (vía Satélite, 3G), y dos acelerógrafos ubicado en Pamplona e Itoiz.

¿Cómo funcionan estos dispositivos? Son sistemas de medición inerciales, medir cuanto se mueve la tierra si estás sobre la superficie que se está moviendo con el paso del terremoto, es complejo. Imaginas que estas en un coche y te mueves con él, como mides la velocidad€ El modelo más sencillo de sismómetro mecánico es una masa suspendida de un muelle con una amortiguación. Lo ideal es que cuando las ondas sísmicas pasan por la superficie, la masa sísmica permanezca en reposo (que ocurre según las frecuencias del movimiento y el tipo de sismómetro) y esto permite medir el desplazamiento que producen las ondas. En realidad los sensores sísmicos son equipos con mucha electrónica, que producen señales eléctricas: los sismómetros proporcionales a la velocidad del suelo y los acelerógrafos, proporcionales a la aceleración del suelo. La localización de los eventos sísmicos se hace teniendo en cuenta la diferencia de tiempo en que las ondas sísmicas se registran en los sismógrafos. Por ello, todos nuestros equipos deben estar perfectamente sincronizados con una referencia de tiempo común. Por eso utilizamos GPS.

¿Se van a instalar más estaciones sísmicas en Navarra para precisar lo que está ocurriendo?

De forma temporal y para atender a esta crisis, de momento se han instalado dos estaciones más una Unidad Móvil VSAT (UMV) y un registrador portátil. Al aumentar el número de instrumentos para intentar detectar terremotos muchísimos más pequeños, el número de eventos que se registran se incrementan, ya que ocurren habitualmente microterremotos que no se perciben.