La Policía Municipal de Pamplona ha detenido este martes por la mañana a Jesús Gil Peláez, asesino de Alicia Aristregui Alicia Aristreguien Villava en 2002 y buscado por el acuchillamiento de una mujer en Vitoria.

Policías de Pamplona, Burlada, Villava y la Policia Foral estaban buscando al individuo, ya que había indicios de que estuviera en las proximidades del polígono Mugazuri de Burlada, donde su familia tiene una bajera.

Al estar cerrada, agentes de la Policía Municipal de Pamplona la han custodiado y han acudido, junto a la Policía Municipal de Burlada, al domicilio de sus padres. Allí han podido contactar con una hermana de Jesús Gil Peláez, quien les ha entregado las llaves. Al acceder a la bajera se ha hallado al acusado en su interior y se le ha detenido.

Desde julio, en libertad. Jesús Gil Peláez, de 58 años (la foto superior es de cuando acabó con la vida de Alicia Arístregui en 2002), fue condenado en la Audiencia navarra a 22 años de prisión por asesinato. El asesino había cumplido 18 años en la cárcel y en julio le fue notificada la libertad condicional. El sábado atacó a su pareja actual en Vitoria. El hijo de Gil Peláez había publicado una fotografía de su padre en redes sociales instando a recabar información para localizarle y detenerle.

En presencia de la hija

Jesús Gil Peláez apuñaló de gravedad el pasado sábado a una vecina, que al parecer es su actual pareja sentimental, en presencia de su hija de 12 años, y que posteriormente se dio a la fuga.

El hombre se encontraba en libertad condicional, hecho notificado a la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra en julio de 2020 por parte del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao, tras haber cumplido condena en la prisión de Zaballa (Álava) después de que en 2003 fuera condenado a 22 años de cárcel por asesinar con alevosía y ensañamiento a su esposa de cinco apuñaladas en una parada de autobús de Villava en abril de 2002.

En una calle del barrio de Salburua de la capital alavesa, en el que reside en una vivienda compartida, el hombre acuchilló el sábado a una mujer de 40 años con la que, según informaron a Efe fuentes cercanas a la investigación, mantiene una relación sentimental y con la que había pasado la noche anterior. Hasta ahora no se conocía si entre los dos había únicamente una relación de vecindario.

El ataque, que está siendo investigado por la Ertzaintza, se produjo en presencia de la hija menor de la mujer, que sufrió algunos rasguños no se sabe si como consecuencia de un ataque directo del agresor o porque la niña intentó mediar en la situación. Ambas fueron trasladadas al hospital de Txagorritxu de Vitoria, la mujer con heridas de gravedad, aunque no se teme por su vida, y su hija para ser sometida a un reconocimiento.

La Policía autonómica inició la misma mañana del sábado la búsqueda de este hombre que lleva una pulsera de control telemático que registra las entradas y salidas de su piso, pero no es un sistema que pueda servir como geolocalizador.

UN CRIMEN POR LA ESPALDA El presunto agresor antes de la condena por el asesinato de su esposa ya había sido condenado a tres años y medio de presión por los malos tratos físicos y psicológicos y las amenazas cometidos desde el inicio de su matrimonio con Alicia Arístregui en 1987 hasta el 9 de abril de 2002 cuando la asesinó a cuchilladas por la espalda en el momento en que la mujer se encontraba en una parada de autobús después de dejar a sus hijos en el colegio.

Tras el ataque, huyó y se entregó a las 24 horas a la Policía Foral en Azoz. Fue condenado en 2003 por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra a 22 años de prisión por asesinato. La extinción de todas las condenas que arrastraba extinguían el 31 de diciembre de 2026, pero este verano pasado el juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao comunicó su libertad condicional al haber cumplido tres cuartos de la condena.

El Ayuntamiento de Vitoria mostró su "más enérgica condena y rechazo" ante esta agresión machista y convocó una concentración en la Plaza Nueva. El consistorio, que se ha adherido también a los actos de rechazo organizados por el movimiento feminista, activó el protocolo de respuesta ante la violencia machista y mostró así mismo todo su apoyo y cercanía a las víctimas la mujer y su hija menor y a su entorno, al tiempo que puso a su disposición los recursos psicológicos, jurídicos, sanitarios y de protección que requieran.

Desde el Gobierno Vasco, el Instituto de la Mujer, Emakunde, se sumó a las voces de condena de este ataque, mostró su apoyo a las víctimas. Emakunde incidió en que esta violencia es la expresión más brutal de la desigualdad entre mujeres y hombres y recordó que para construir una sociedad libre de esta violencia es preciso una actitud activa de toda la ciudadanía.