uelta a casa por Navidad". Fue la frase más nombrada por los navarros que llegaron ayer a Pamplona en las fechas previas a la cena de Nochebuena tras la reapertura de las fronteras entre comunidades. En la puerta de la estación se encontraba el vigilante de seguridad Ángel Samper, quien esperaba la siguiente llegada de pasajeros. "Hay mucho movimiento estos días, hoy sobre todo por la reapertura, pero sí que se nota una caída de desplazamientos respecto a otros años", declaró Samper.

Barcelona - Pamplona

"Ganas de volver"

Alrededor de las 13.15 de la mañana, decenas de familias esperaban ansiosas la llegada de sus allegados en el Alvia de Barcelona a Pamplona.

Una de las primeras desplazadas en pisar el andén de la estación fue la joven neruróloga Alba Pascual, quien a su llegada buscaba con la mirada a sus seres queridos. "Desde el verano hace que no vengo a casa a ver a mi familia. Tengo muchas ganas de poder disfrutar con ellos estas navidades y poder cenar con responsabilidad los cuatro (sus padres y hermana) juntos de nuevo en Nochebuena", explicó la joven. Esta, junto a los demás pasajeros, salían del andén.A la salida de la estación, frente al parking del mismo, se ubicaban los familiares que venían a buscar a sus seres queridos. Uno de los presentes era el joven Íñigo García, que esperaba junto a su coche a su pareja y médico de familia Amaia Cabasés. "Tengo ganas de volver a ver a mi pareja, hacía tiempo que no podíamos estar juntos, por lo que aprovecharemos estas fechas para recuperar este tiempo", explicó García. Tras la llegada de Amaia, un abrazo de confidencialidad los volvió a juntar, "Trabajo en Lleida, por lo que, por propia responsabilidad, no volvía a Pamplona desde principios de octubre", apuntó la joven. Respecto a la celebración de la Nochebuena, la pareja se mantendrá distanciada: "Cada uno lo hará con sus respectivas familias para movernos lo menos posible".

Cerca de la pareja, se encontraba la estudiante Rosa Abad, junto a su padre y hermana, metiendo las pertenencias en el maletero del coche. "Necesitaba volver a ver a mi familia, estos días van a ser un alivio. Todas las hermanas vivimos en diferentes puntos de la península, por lo que hace tiempo que no estamos las tres juntas", declaró risueña.

Después de unos minutos, la estación comenzó a vaciarse a la espera de la siguiente llegada desde Madrid. Uno de los que permanecía en la puerta era el estudiante Cristian Pérez que, tras regresar de Barcelona, esperaba impaciente la llegada de su padre. "Hace cuatro meses que no nos vemos. Viene a recogerme para irnos a Beasáin, que es donde vivimos. Estos días van a venir bien para recargar pilas y disfrutar el máximo tiempo con mi familia", detalló el joven.

Cuando ya no quedaba nadie en la estación, apareció, en busca de su salida a Cuenca, Marcos Chico, estudiante de Bioquímica en la UPNA. "Desde el comienzo del curso no veo a mi familia. Debido a las duras restricciones, no veía adecuado desplazarme. Siempre viene bien volver a casa, y más por Navidad", concluyó Chico.

"Hay movimiento estos días, hoy sobretodo por la reapertura, pero menos que otros años"

Guardía de seguridad de la estación

"No celebraremos la Navidad juntos. Cada uno lo hará con sus respectivas familias"

Médica de familia en Lleida