acía tiempo que no veíamos una nevada tan fuerte, más que por cantidad, por duración", explicó Javier Vilches, voluntario de SUREM Berrioplano. Este, junto a 17 operarios más de diferentes perfiles sociosanitarios, cooperaron por voluntad propia para limpiar y deshacer el hielo de las carreteras navarras en el municipio con los escasos recursos humanos y materiales que disponían. "Estábamos ya preparados a las 4 de la mañana para esparcir sal, pero a pesar de que éramos conscientes de la previsión, la nevada nos sorprendió", señaló Vilches.

El personal de SUREMBerrioplano, desde sus comienzos al inicio del estado de alarma, no ha parado de trabajar en las numerosas labores de urgencias, rescate y emergencias. Este grupo de voluntarios ha cooperado desde sus inicios con bancos de alimentos o protección frente a las lluvias y, tras la nevada que sumergió a Pamplona en un manto blanco, participaron en el plan de desarrollo invernal con la función de esparcir sal y quitar la nieve de las carreteras. "Cuando empezaron las primeras nevadas de noviembre en zonas altas del municipio, esparcíamos una media 2.500 Kg diarios en las carreteras, pero la nevada del pasado sábado en Navarra nos dejó con los recursos muy limitados. Agotamos más de 12.000 Kg", señaló Vilches. Y es que, gracias a la rápida actuación del alcalde de Berrioplano, Raúl Julio Bator, pudieron permanecer afines a su voluntad de esparcir la sal. "Nos quedamos sin sal, por lo que me dirigí a Enrique Maya si nos podía ofrecer más. Y así fue", declaró Bator.

"Ahora a seguir trabajando, esta nieve se convertirá en hielo estos días. No paramos", concluyó el voluntario Vilches.