La carrera por la vacunación ha sido muy rápida. ¿Qué reto ha supuesto para el Instituto?
-Las hemos acogido muy bien, pero ¿cómo gestionas todas las expectativas? El anuncio es que va a haber una cantidad importante de dosis a partir del segundo trimestre, pero todavía estamos en el primer trimestre, con una cantidad de vacunas limitada. Y estamos priorizando mucho, con mayores y con grupos expuestos. Y a veces no lo explicaremos bien, pero para la población también es difícil entender todo el tema de la vacunación por qué una, por qué otra, por qué a mi sí, por qué a mi no... y recibimos muchísimas preguntas. Es difícil para nosotros explicarlo, o no lo explicamos bien. Pero las decisiones y los criterios son acuerdos tomados a nivel de estatal, en la comisión de Salud Pública, y hay una priorización y la vacuna es limitada. Espero que en este segundo trimestre tal y como se está diciendo las cantidades sean más importantes y podamos avanzar más rápidamente, que es lo que esperamos todos.
Como en todo lo relativo a este virus, la vacuna tampoco es algo fácil. Varias empresas, dos dosis, límites de edad... ¿Cómo ha sido gestionarlo con estas características?
-Es un trabajo complicado, porque primero teníamos las vacunas de ARN mensajero, que tienen sus indicaciones, y que priorizando lo tienes que poner a la población más vulnerable y luego a la más expuesta, como trabajadores sociosanitarios y sanitarios, y luego continuar con los demás grupos. Lo que ha pasado es que ha irrumpido AstraZeneca, que ha sido una buena noticia porque es una vacuna más, pero con la indicación de que, con los estudios que se tienen hasta ese momento, está indicada hasta los 55 años, aunque se va avanzar en ese sentido. Entonces no la podemos poner a los mayores, por lo que ha venido muy bien para adelantar a los colectivos que venían después. Y es difícil para las personas entender eso.
Viendo la estrategia de vacunación, y la gran cantidad de personas mayores de 55 años que hay en nuestra sociedad, ¿puede darse la situación de que empiece la vacunación antes el grupo de 45-55 años que a mayores de 60 o de 70?
-Podría pasar, dependerá de las vacunas que tengamos en cada momento. Es una situación posible, porque hay creados dos caminos paralelos y la propuesta con AstraZeneca es que cuando finalicen los grupos esenciales definidos se van a pasar a las personas de entre 45 y 55 años. Pero todo contribuye a una inmunidad de grupo, todo es beneficioso, y cuantas más personas vacunadas haya, mejor. La experiencia en otros países en los que se tiene estudios de vacunaciones de mayor cobertura, como Israel o Escocia, los resultados son muy buenos. Incluso en el descenso de la infección. Siempre decimos que no son vacunas esterilizantes, en el sentido de que no sabemos cuánto disminuye la capacidad de transmisión, pero incluso en descenso de la infección también dan buenas cifras. Todo contribuye. También es cierto que ya hay nuevas vacunas, este mes de marzo se aprobará Janssen con una autorización condicionada, y aunque no se vaya a incorporar hasta abril tendremos una vacuna más que tendremos que ver con qué indicaciones sale, pero probablemente se pueda poner a personas de más edad.
¿Para cuándo se tiene previsto acabar con mayores de 60?
-No me atrevería a decir una cifra, vamos a verlo con las vacunas que llegan. El objetivo del que sigue hablando el Ministerio es vacunar en verano al 70% de la población, y es un objetivo muy ambicioso.
Ahora hay un seguimiento de vacunas casi a tiempo real. Pero, ¿es normal los retrasos y los incumplimientos con otro tipo de vacunas?
-Es que con la vacuna de la gripe ya está tan sistematizado todo que ni nos enteramos si hay un retraso o no, lo tenemos incorporado a nuestra vida, y no nos preocupa tanto. Sí que pasa que hay varios tipos de vacunas, unas más indicadas para población, y eso sí que lo vivimos, pero no es objeto tan mediático. Para quienes estamos en el día a día hay cosas que sabes que entran dentro de lo que es razonable y ahora son noticia.
¿Hay malestar con Moderna por los retrasos?
-Es que poco podemos hacer. Porque incluso el Ministerio, que nos da cuenta de todo, sufre los mismos problemas. Con Moderna enseguida el Ministerio fue consciente de que no estaban llegando tal y como estaban diciendo, y ahí fue muy importante guardar la segunda dosis. Enseguida lo vimos y, aunque se podía retrasar la segunda dosis, se acordó que se mantenía tal y como se había acordado.
¿Qué importancia tiene ahora esa reserva estratégica tan polémica al inicio?
-Vamos viendo que Pfizer envía las dosis de manera regular, aunque tuvimos aquel percance de que llegaron la mitad en la tercera semana, algo que se ha compensado algo en esta aunque que todavía le falta por suplir. Pero ya vemos que el envío es regular y cuentas con él y no necesitas tener guardadas como sucedió con Moderna.
Con sus tratamientos también surgió que en las primeras remesas se contaban como cinco dosis pero luego se vio que se podían sacar seis por vial. ¿Cómo se gestionó?
-Cuando se vio que podíamos sacar extraer esa sexta dosis se habló con el Ministerio, diciéndoles que veíamos posible que, con las jeringas que estábamos utilizando, extraer esa sexta dosis. Les pedimos utilizarlo, y ellos dijeron que había que incorporarlo en la ficha técnica para que todo estuviera bien y eso hicimos. Pero tienes que tener las jeringuillas adecuadas. No todas te permiten sacar la sexta dosis. Aquí se tuvieron desde el principio, y el 25 de enero ya se transmitió.
La vacuna de Janssen, al contrario que las de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, es de un solo pinchazo. ¿Qué supone?
-Supone una simplificación logística muy importante. En realidad ahora estamos poniendo el doble de vacunas, dos por persona, y esto sería una simplificación a todos los niveles. Ahora se pone la primera dosis y ya se le concerta una segunda para la segunda, por lo que ya sabe cuando completa la pauta. Ya podemos intuir que esto simplificaría mucho todo.