- Los centros de salud son la entrada de la población al sistema sanitario. El primer recurso al que accede la ciudadanía cuando requiere algún tipo de atención. Por eso la Atención Primaria es un pilar fundamental que se ha visto tambaleado con la covid-19 y los profesionales que trabajan en ella han estado altamente expuestos al virus. Prácticamente todos han tenido algún caso intramuros, especialmente al inicio de la pandemia, pero el centro de salud de Huarte ha sido uno de los que se ha librado, tal y como señalan el médico Jesús Andueza y el jefe de Enfermería, Juanjo Faro: “Aquí nadie se ha contagiado. Ha habido compañeros positivos pero que se han infectado fuera del centro. Entre nosotros no ha habido contagios porque desde el primer día llevábamos la mascarilla todo el rato. Al principio no era obligatoria, pero aquí hicimos un esfuerzo grande por adquirirlas y llevarlas y así evitamos contagios”.

Jesús ya es inmune, ha recibido las dos dosis de Pfizer, y a Juanjo le han inoculado la segunda esta semana, por lo que también será inmune en menos de 10 días. No han tenido efectos secundarios y animan a la población a vacunarse cuando toque. “Es muy importante conseguir la inmunidad de rebaño para poder salir de esta situación y la vacuna va a ayudar mucho. También es importante explicar que, aún con la vacuna, va a seguir habiendo positivos, pero van a ser de menor gravedad y la mayoría serán asintomáticos. Y habrá que ver si la vacuna también corta la transmisión, que es algo que todavía no está demostrado”, explica Jesús. Su compañero, Juanjo, señala que las vacunas contra la covid-19 han sido aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento, lo que las hace seguras y eficaces: “Lo peor que tiene una vacuna es que no exista. El año pasado la efectividad de la vacuna contra la gripe fue del 53%, las del coronavirus tienen más”.

Jesús y Juanjo echan la vista atrás y recuerdan los meses de marzo y abril más lejanos de lo que en realidad están. Un año, 365 días de batalla contra el virus que si lo han sabido sacar adelante ha sido gracias al compañerismo. “Desde que comenzó la pandemia todos los días a las 8 de la mañana teníamos una reunión para planificar el día. Pero ese encuentro también nos servía para preguntarnos a ver qué tal estábamos, cómo íbamos de ánimos... Nos ayudábamos mucho mutuamente”, relata Juanjo.

En el centro de Huarte, la pandemia redujo a la mitad las consultas presenciales, de 30 diarias a 15, sin embargo la carga de trabajo ha sido mayor. “Atendemos a la mitad de pacientes en consulta, pero luego tenemos muchísimos por teléfono, estaremos en los 30 o 40 pacientes. Además, tenemos que desinfectar la consulta cada vez que sale un paciente, que también supone más carga y quita tiempo”, explica Jesús.

De cara a lo que viene, ambos sanitarios coinciden en mandar un mensaje a la ciudadanía de positividad y precaución: “No podemos bajar la guardia porque si no vendrá una cuarta ola, por lo que hay que seguir con las medidas preventivas (mascarilla, lavado de manos y distancia) y con la vacuna, es la esperanza que tenemos para salir adelante”.

“Es muy importante conseguir la inmunidad de rebaño para salir de esta situación”

“Atendemos a la mitad de pacientes en consulta, pero luego tenemos muchísimos por teléfono”

Médico y enfermero de Huarte