En ese paraíso de la clase media que es Pamplona y su comarca también habitan diferencias. Y la que separa a los vecinos del Ensanche y los de Berriozar es la más amplia de todas. Apenas unos miles de metros en línea recta y casi 10.000 euros al año en el salario bruto.

Los sueldos del céntrico barrio pamplonés alcanzaron por término medio los 33.403 euros, mientras que los de Berriozar se quedaban en 23.495 euros. Una diferencia que, además, crece cuanta más edad tienen los trabajadores de uno y otro lugar, tal y como muestra la tabla de calor.

De hecho los menores de 25 de años de Berriozar ganan casi 1.200 euros más de media que los del Ensanche, una diferencia que gira en los siguientes tramos de edad y que roza los 15.000 euros entre aquellos con edades comprendidas entre los 45 y 55 años, el periodo en el que, por término general, se alcanzan los mayores niveles retributivos. Quienes tienen esa edad y viven en el Ensanche pamplonés ganan por término medio 41.000 euros, mientras que en Berriozar no llegan a los 26.000.

Esta evolución tiene muchas explicaciones. Pero hay una que parece evidente. Una menor formación y un abandono más temprano de los estudios conduce a un primer empleo que, inicialmente, supone unos mayores ingresos que quienes prolongan su periodo de estudios. Pero, a la larga, las trayectorias profesionales de unos y otros vecinos tienen poco que ver. Mientras en algunos barrios y localidades de carácter más obrero y vinculados a servicios de bajo valor añadido, las retribuciones se estancan, en otros, habitados en mayor medida por profesionales cualificados, crecen con claridad.

Y, finalmente, localidades de la comarca de Pamplona, como Cizur o el Valle de Egüés, acogen a buena parte de los directivos de empresas, con lo que las retribuciones medias se disparan en los últimos tramos de edad.