El equipo de rastreadores de Navarra ha criticado este lunes que a partir del 1 de mayo la mayoría de estos trabajadores, un 80-90 por ciento aproximadamente, serán reemplazados "en bloque" por un equipo más reducido y, "lo que es más grave, sin experiencia en la materia".

Representantes de los rastreadores han ofrecido una rueda de prensa en el exterior del edificio Forem, donde se realizan los rastreos, para criticar este cambio de trabajadores debido a "presiones externas" al Gobierno para "que estos puestos sean ocupados por contratos de larga duración y por lo tanto por personal que tiene prioridad en las listas correspondientes", ha expuesto Alicia Percaz, portavoz del equipo, quien ha leído un comunicado.

Según ha continuado, "en cualquier otro contexto esto sería justo y necesario, pero dada la peculiaridad de este puesto, consideramos que las consecuencias que este cambio pueda tener son trágicas".

Ha explicado que actualmente están viendo cómo más del 90 por ciento de los nuevos positivos en la Comunidad foral son de la variante británica del virus, "mucho más contagiosa y difícil de controlar". "Y en este momento, prescindir del 90 por ciento de la plantilla de rastreo puede ser la puntilla que hunda en la cuarta ola", ha opinado.

La portavoz ha señalado que "formar un nuevo equipo requiere tiempo y supone asumir un retraso en el rastreo de los casos, posibles fallos y pérdida de contactos". "No nos consideramos esenciales, pero sí somos conscientes de nuestra fortaleza y de cómo hemos crecido profesionalmente durante estos meses", ha añadido.

Ha destacado la "importancia del rastreo" en la lucha contra el Covid-19. "Gracias a esta labor se pueden detectar y cortar las cadenas de contagio impidiendo así que se siga extendiendo el virus", han expuesto, para comentar que "gracias a la formación e inversión que se ha hecho en este equipo, Navarra ha sido referente en España en cuando a trazabilidad de los caso".

Han recordado que desde septiembre un equipo de más de cien personas, hasta unas 170 si bien no conocen el número exacto, trabajan como rastreadores, "una profesión de la que nadie sabía nada y en la que nos hemos ido formando día a día y llamada a llamada durante los últimos meses".

Por su parte, Ana Zabalza, del equipo de rastreadores, ha señalado que "la mayoría llegamos en septiembre y a finales de marzo hemos recibido una notificación de que en abril no se renuevan los contratos de rastreo porque el procedimiento legal es otro y tenemos que ser sustituidos por gente que pertenece a otro tipo de listas".

Según ha dicho, "nos preocupa cómo puede repercutir esto en la excepcionalidad de la situación y en la salud pública, y en plena ola". "Cuando nosotros llegamos, la formación tuvo que ser muy rápida y hemos vivido lo que es cometer errores, dar respuestas que hemos adquirido con experiencia", ha explicado.

Zabalza ha comentado que "el tiempo que puede costar adaptarse al puesto de trabajo es indeterminado, es muy complicado". "No se puede determinar cuánto tiempo puede costar salir adelante y dejar de cometer errores porque cuando suben los casos, la carga de trabajo es mayor y el riesgo de ineficacia aumenta", ha afirmado.