a pandemia, las restricciones derivadas y la soledad del confinamiento han hecho mella en toda la sociedad, pero especialmente en aquellos colectivos vulnerables entre los que se encuentran las personas mayores, aquellas con problemas de salud mental, y también los más pequeños que han tenido que guardar sus energías y adaptarse a un nuevo contexto.

Tras un estudio sobre cómo ha afectado la actual crisis a las personas, el grupo de investigación Educación Holística e Inclusiva (EDHO·I) de la Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de la Educación de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha organizado la exposición titulada Gaia: miradas diversas para el mundo post-COVID, que puede verse hasta el 29 de abril en el edificio de Los Magnolios, ubicado en el campus de Arrosadia de Pamplona.

La exposición forma parte del proyecto de investigación Educación Holística para la ciudadanía activa. Fundamentos teóricos e implementación de un proyecto de aprendizaje-servicio crítico entre Universidad y escuela. En la muestra se presentan, a través de distintos paneles y obras artísticas, algunas experiencias de aprendizaje servicio que se han llevado a cabo en colaboración con Anasaps (Asociación Navarra para la Salud Mental) y la residencia El Vergel, representando a colectivos particularmente afectados por la pandemia, así como el alumnado del colegio San Francisco y de la Ikastola Paz de Ziganda.

El proyecto, según explican Unax Flores Uribe y Paolo Scotton, coordinadores de la iniciativa, "tiene una base metodológica en el que utiliza la metodología del aprendizaje-servicio, para unir docentes y alumnado en un proceso conjunto de investigación-acción, con un claro impacto social, en colaboración con algunas realidades socioeducativas de nuestro entorno". "Gracias a estas colaboraciones, la exposición abre el paso a las distintas miradas, positivas y esperanzadoras, respecto al futuro socioeducativo de nuestro entorno, después de los meses tan duros que han marcado nuestra vida a lo largo del último año", añaden.

Así, como parte del proyecto, los usuarios de Anasaps han sacado su parte más artística plasmada en cientos de obras que nacieron del confinamiento y que ahora han enfocado en representar "la primavera que llega llena de esperanzas y optimismo con la llegada de la vacuna. El proyecto y el arte han servido como vía de escape, ya que los usuarios se han centrado en algo que les hace disfrutar y que desvía su atención de otras situaciones conflictivas", asegura Aitziber Yárnoz, coordinadora de la Asociación.

Por su parte, el alumnado de Paz de Ziganda ha plasmado en a través de dibujos qué es lo que esperan del final de la pandemia. Así, muchos de ellos se dibujaron a ellos mismos junto con sus amigos y familiares y, por supuesto, sin mascarillas. Por último, los y las estudiantes de San Francisco han conectado con los usuarios de El Vergel y se han intercambiado diversos obsequios como manualidades o cartas en las que expresan sus deseos "para que la covid desaparezca y volvamos a la normalidad".

Asimismo, en el proyecto ha participado profesorado y personal investigador de la UPNA (Maider Pérez de Villarreal Zufiaurre, Unax Flores Uribe, Paolo Scotton, Bruno Corsini y Pamela Génez) y también alumnado de primer curso de la Facultad (de los grados en Maestro, en Trabajo Social y en Sociología Aplicada).