El debate sobre si continuar con la jornada continua o volver a la partida en los colegios no parece que vaya a terminar con el inicio de las vacaciones de verano para los niños y adolescentes.

Y es que este viernes, el consejero de Educación, Carlos Gimeno, ha dejado la puerta abierta a volver a los horarios prepandemia en los centros debido al optimismo que se extraen de los indicadores epidemiológicos y la previsión de que la inmunidad de rebaño -considerada cuando un 70% de la población esté vacunada- llegue en el mes de agosto.

"Con la evolución de los datos parece que no se descarta volver a las jornadas anteriores", ha deslizado Gimeno, que ha confesado que es "su deseo", si bien ha puntualizado que "en el momento actual, con el protocolo actual, no es responsable" tomar esa decisión.

"Es un debate social intenso y algo interesado. En la CAV ocurre al contrario y están pidiendo jornada continua. Aquí hemos recibido 3.500 firmas de las familias para consultarles. Es algo objeto de debate social", ha comenzado a desarrollar Gimeno, que ha expuesto que el problema actual está en los "comedores", donde "no se puede garantizar la salud".

Una jornada partida aumenta el número de escolares que optan por el comedor, por lo que "si hay que seguir el protocolo no da tiempo a comer", y aunque hubo "un resquicio de permitir comer en el aula", finalmente "se descartó".

"Los inspectores son muy claros en este sentido y dicen que con jornada que acaba a la 1 y comienza a las 3 no da tiempo a comer", ha asegurado el consejero.

No obstante, el titular de Educación ha desvelado que, viendo la buena evolución de los indicadores en las últimas fechas, el departamento presentó el jueves a Salud un nuevo protocolo que espera que se apruebe al igual que se han modificado diversas restricciones en distintos sectores y ámbitos.

En ese nuevo protocolo se reducen, por ejemplo, las exigencias en el ámbito de comedor, donde la distancia de seguridad se reduce de 1,5 metros a reducir a 1,2 metros además de cierta flexibilidad en los turnos. "Veremos si aceptan o cómo lo modifican", esperó Gimeno, que recordó que también hay prevista una ventana en septiembre-octubre para "prever" y planificar la jornada ante la situación sanitaria de entonces. "Es una salvaguarda que introdujo el departamento confiando en que la mejoría de los datos nos posibilitara esta cuestión", ha argüido.

Esta puerta entreabierta llega tras la asistencia de las cuatro federaciones de apymas de Navarra -que representan al 90% del alumnado- al Parlamento, donde rebatieron a Gimeno y manifestaron que el tipo de jornada "no influye en la mayor o menor transmisión del virus".