- Ana Ariztegui, jefa de Cuidados Asistenciales y Atención Domiciliaria de Atención Primaria, fue una de las tres personas que recogió la Medalla de Oro el pasado 3 de diciembre de 2020. Lo hizo en representación del personal de Enfermería, que por aquel entonces llevaba nueve meses batallando en primera línea contra el coronavirus. Ella ha sido pieza fundamental en la gestión de la pandemia y en el plan de vacunación y reconoce que la toma de decisiones en una crisis como la vivida, no es nada fácil: “La pandemia ha supuesto un reto en mi vida. gestionar desde la incertidumbre ha sido difícil y complicado, pero ahora, mirando hacia atrás, lo veo con positividad”.

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En su discurso tras recibir la medalla, Ana comentó el cansancio que arrastraban los profesionales, “especialmente cansancio emocional”, en un momento en el que acababa de bajar la segunda ola. Sin embargo, a aquella segunda ola le siguieron la tercera, la cuarta y la quinta, que comprometieron al sistema sanitario, cuyos profesionales todavía arrastran las consecuencias de ese cansancio y esa tensión acumulados.

Todo eso ha pasado factura, con momentos muy duros, pero aún así, Ana hace una valoración positiva de todo lo aprendido. “Ha sido una experiencia que ha permitido mi desarrollo profesional y personal. En ciertos momentos, he sentido miedo por el reto planteado, pero la situación de necesidad existente me ha ayudado a seguir adelante por responsabilidad personal y social”, relata.

“A veces he sentido miedo, pero he seguido adelante por responsabilidad”

Jefa de Cuidados Asistenciales