- La Fundación Banco de Alimentos de Navarra, en colaboración con Caja Rural de Navarra, presentó ayer un proyecto educativa digital para luchar contra el desperdicio alimentario. La plataforma, desarrollada por la empresa Dynamium y ya disponible desde la web del Banco, también tiene el objetivo de enseñar qué es y cómo funciona el día al día de esta fundación. Dicha aplicación se ha desarrollado gracias a la financiación de Caja Rural.

La presidenta de la Fundación Banco de Alimentos de Navarra, Marisol Villar, explicó que el objetivo de su organización “es la lucha contra el hambre y el desperdicio, para que no se tiren alimentos que les hacen falta a muchos”. Con ese propósito han diseñado la campaña Ayúdanos a ponerle freno al Desperdicio.

El coloquio continuó con el responsable de Acción Social de Caja Rural de Navarra, Javier Martínez, quien declaró que su estrategia empieza por “sensibilizar a los jóvenes, para que estos a su vez sensibilizen a sus padres, a las empresas...”. Añadió que “el mejor reparto de alimentos es importante en tanto que el malgasto de estos también tiene cierta incidencia en las emisiones de CO2 (entre un 8 y un 12%)”.

Por su parte, el gerente del Consorcio de Residuos del departamento de Cohesión territorial del Gobierno de Navarra, Fernando Mendoza, aportó el dato de que “en Navarra se desperdician al año 115.000 toneladas de alimentos, lo que equivale a unos 75 kg por persona”. Señaló a su vez que “el Consorcio de Residuos esta formado por el Gobierno de Navarra junto con quince mancomunidades en toda la Comunidad Foral”, a fin de “convertir a Navarra en referente en economía circular, incidiendo especialmente en prevenir el desperdicio”.

Gema Santamaría, trabajadora del Área de Sensibilización del BAN, comentó que “en 2015 cuando se creó un área específica para sensibilizar sobre este tema, dirigida a jóvenes, al principio de Bachillerato y Formación Profesional y más tarde también de Primaria y Secundaria”. “Antes de la pandemia -prosiguió- organizábamos visitas al Banco, charlas en centros escolares y prácticas de voluntariado”. La covid les llevó “a reinventarse y crear un nuevo proyecto educativo al alcance de todos”.

Santamaría fue la encargada de explicar el funcionamiento de la neva aplicación, que consiste “en una visita virtual al Banco, dividida en dos sesiones”. La primera busca “concienciar sobre el valor de los alimentos y el impacto de su desperdicio”, mientras que el segundo “resalta qué valores debe tener un voluntario del Banco”. La trabajadora dio fin al encuentro diciendo que, antes, la media de alumnos a los que tenían alcance “era de unos 3.000 por año”, pero que ahora esperan “que sean muchos más” y que lleguen al máximo posible de estudiantes”.