“El 19 de septiembre de 2001 nueve asociaciones constituyeron lo que hoy es el Cermin. Nueve entidades que consideraron imprescindible contar con una plataforma única que agrupara a distintas entidades de distintos tipos de discapacidades, muy heterogéneas, en la defensa de los intereses de las personas con discapacidad y sus familias”, recordó ayer su presidenta, Mariluz Sanz, quien destacó que han sido “veinte años de debate, trabajo en equipo, participación y consenso. Veinte años consiguiendo mejoras para que las personas con discapacidad puedan participar en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía”.

Un recorrido que “ha sido largo, a veces duro”, como confesó, pero que ha permitido la consecución de avances y el reconocimiento de derechos. Sin embargo, sostuvo, “a día de hoy aún no existe una plena inclusión en nuestra sociedad”. Por ello, para hacer balance de su trayectoria y abordar los muchos retos que todavía tienen por delante en ámbitos como la educación, el empleo, la atención sociosanitaria o la accesibilidad, organizaron una jornada en la que, además, lograron poner de acuerdo a los expresidentes Miguel Sanz y Uxue Barkos.

El acto se celebró en el Zentral y estuvo conducido por José Manuel González Huesa. A lo largo de la mañana, autoridades, representantes políticos y profesionales de referencia subieron al escenario para reflexionar sobre cómo se puede seguir avanzando en la igualdad de oportunidades de estas personas, al mismo tiempo que felicitaron al anfitrión -que actualmente aglutina a 45 entidades sociales- por su 20º aniversario.

El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, sostuvo que “se ha avanzado mucho, pero los retos siguen siendo mayúsculos”, y consideró “una decisión súper acertada el haber articulado este movimiento social”.

Igualmente, la presidenta María Chivite se sumó a la enhorabuena “por estos 20 años de trayecto, que son 20 años de trabajo y de compromiso social”. Tras mencionar que “en Navarra en estos momentos tienen reconocida la discapacidad 35.500 personas”, la presidenta afirmó que en este tiempo “se ha avanzado en un abordaje transversal, así como en los derechos de las personas con discapacidad y sus familias”. No obstante, reconoció que “hay un largo camino recorrido, pero es más largo el camino que queda por recorrer”. Y es que, añadió, “los cambios cuestan, pero con trabajo, con compromiso y convicción, se van logrando esos avances”.

Un “papel trascendental”

Para el expresidente Miguel Sanz, “el Cermin ha tenido un papel trascendental porque puso a Navarra en la vanguardia de los servicios sociales” y destacó su carácter “reivindicativo, colaborativo e innovador”; una valoración con la que Uxue Barkos coincidió “plenamente”. En este sentido, la actual parlamentaria de Geroa Bai expresó la satisfacción que produce, cuando tienes responsabilidades al frente de una administración, contar con “un interlocutor de la dimensión del Cermin”, capaz de trasladar las necesidades de este ámbito tras haber realizado un primer ejercicio de consenso en el seno del propio comité, lo cual “nos hace trabajar con una mayor eficacia”.

Valentín Fortún, delegado territorial en Navarra de ONCE, destacó también que la creación del Cermin supuso “la generación de un espacio de incidencia política de lo común, que es coherente y complementario de sus organizaciones miembros; y un redimensionamiento desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo de la capacidad de interlocución”. Por su parte, el responsable estatal de los Cermis autonómicos, Luis Alonso, destacó del comité de Navarra que “es el que más entidades tiene en su base social; cuenta con un importante equipo técnico; tiene claro cuál es su objetivo fundamental, la incidencia política; es generador de buenas prácticas; y un gran defensor de los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad”.

La educación necesita cambios

En cuanto a la educación, Mariluz Sanz aseguró que “no está la que peor del Estado, pero también es mejorable”. Tras señalar que “es la llave que va a abrir el progreso de las personas con discapacidad”, consideró “irrenunciable la educación inclusiva, pero a veces es complicado porque necesita unos cambios estructurales para que sea una realidad”. A su juicio, “la sociedad no está preparada” y puso como ejemplo que los padres y madres “están pensando qué colegio es el que mejor nota tiene en los informes PISA, en vez de valorar la diversidad que le va a servir para el resto de su vida”.

La exconsejera de Educación María Solana señaló que “se ha invertido esfuerzo y otro tipo de recursos. Hay que seguir y formar al profesorado para que abra la puerta a esa inclusión real”, por lo que consideró que “vamos en la buena dirección aunque falte mucho”. En esta línea, tanto Sanz como Marisa de Simón, coincidieron en que hay que formar al profesorado para cambiar las miradas, porque “queda mucho por hacer en el ámbito educativo y hoy sabemos que hay muchas formas de aprender”. Se trata, concluyó Sanz, de “un cambio que hay que planificarlo muy bien, poner objetivos y poner algo de dinero”.

En la jornada también participaron Ricardo Goñi, José Antonio Delgado, Ikerne Arizcuren, Araceli Etxaide, Maribel García Malo, Mirian Nepote, Julen Palacios, Nuria Medina, Txomin González, la consejera Carmen Maeztu y el presidente del Parlamento, Unai Hualde. Éste último elogió el “importante tejido asociativo de Navarra” que tira “muchas veces de las instituciones; nos acompañáis y nos ayudáis”. Como concluyeron todos, “queda mucho trabajo por hacer”.