- Los dos sicarios acusados por la muerte del asesinato del concejal de Llanes Javier Ardines en agosto de 2018, D. Benatia y M. Kelii (argelinos y residentes en Bilbao), negaron cualquier participación en los hechos. El primero de ellos acusó a la Guardia Civil de presionarle “hasta hacerle confesar lo que ellos querían”, mientras que el segundo indicó que conoció la acusación en Suiza.

D. Benatia aseguró que “no ha tenido nada que ver en la muerte de esta persona”. “Soy inocente, la Guardia Civil me ha liado, hicieron lo quisieron conmigo, dije lo que me mandaron decir, me jodieron la vida. No tengo nada que ver con la muerte de esta persona ni nada. Me pegaron, me insultaron, me mintieron, hicieron lo que quisieron conmigo, me amenazaron con que no volvería a ver a mi familia ni mis hijos”, indicó. En una línea similar se expresó su compatriota Kelii, quien preguntado por el terminal telefónico a su nombre y que lo situaba en el lugar de los hechos, manifestó que lo usaba un sobrino y que lo perdió a mediados de agosto, aunque no denunció su desaparición al no tener mucho valor.

En el banquillo se sientan cuatro hombres. Uno de ellos, Pedro Luis Nieva, cuya mujer, según el ministerio fiscal, mantenía una relación con el fallecido. Se trataba de una relación desde la adolescencia, que duraba ya más de 30 años cuando se cometieron los hechos y se desarrollaba en Llanes, donde vivía Ardines y a donde Pedro Nieva se desplazaba sobre todo en periodos vacacionales, ya que vivía junto a su familia en Euskadi. Los dos mantenían esta relación de forma encubierta y al margen de sus respectivos matrimonios.

Considera probado el fiscal que el acusado Pedro Nieva, descubrió el idilio en diciembre de 2017, tras grabar con su móvil una conversación entre su esposa y el fallecido. Según el Ministerio Público, en julio de 2018, el acusado tomó la decisión de acabar con la vida del concejal y para ello contactó con el también acusado Jesus Muguruza, a quien pidió que buscase a personas que pudieran ejecutar los hechos.