La Organización Mundial de la Salud (OMS) receló ayer de la idoneidad de obligar a vacunarse contra la covid-19, que considera un “último recurso”, e hizo una llamada a impulsar medidas para estabilizar la pandemia. “La obligación respecto a la vacuna es un absoluto último recurso y solo aplicable cuando todas las opciones viables para mejorar los índices de vacunación se hayan agotado”, afirmó el director de OMS-Europa, Hans Kluge. Aunque la coerción se ha mostrado eficaz en algunos casos, está muy ligada al contexto específico, sostuvo Kluge, que avisó del efecto que podría tener en la confianza de la población y se mostró partidario de hacer “todo lo posible” para convencer a la gente.

Asimismo apeló a ser “muy prudentes” antes de adoptar medidas discriminatorias contra los no vacunados, que podrían aumentar las tensiones internas y afectar a la salud mental, si bien reconoció que se trata de decisiones de cada país. “Tenemos herramientas que permiten proteger nuestra vida y la vida diaria, depende de cómo y cuándo aplicarlas. Adoptar medidas de último recurso como confinamientos o intervenciones discriminatorias se debe a que no se han usado las herramientas de modo apropiado”, dijo por su parte la responsable de Emergencias de OMS-Europa, Catherine Smallwood.

Kluge cree necesario pasar de una estrategia de “reacción” a otra estabilizadora, basada en varios puntos: impulsar la vacunación, administrar la dosis de refuerzo, duplicar el uso de mascarillas en interiores, ventilar los espacios concurridos, aumentar el número de test y adoptar rigurosos protocolos para casos severos. OMS-Europa defiende también la necesidad de crear ambientes seguros en las escuelas para evitar el cierre de centros y la educación a distancia, ya que la incidencia de nuevos casos en niños de 5 a 11 años es dos o tres veces mayor que en otros grupos. Por ello, considera que el uso de mascarillas, la ventilación y hacerse test de forma regular deberían ser “estándares” en todas las escuelas primarias y la vacunación de niños debería ser “discutida y considerada” en cada país.