La Fiscalía pide dos años y medio de prisión, y que se sustituyan por siete años de expulsión, para un joven vecino de una localidad del norte de Navarra al que acusa de haber cometido un chantaje contra una menor.

La chica, de 16 años, denunció ante la Guardia Civil que el acusado le había exigido 150 eurosa cambio de que este no le mostrara a la madre de la menor las capturas de pantalla de una 'historia' de Instagram en la que la chica aparecía posando en bikini y en tanga.

La menor defendió que la razón de acceder al chantaje fue que su madre era musulmana y que se iba a disgustar mucho en el caso de que viera las imágenes.

La defensa reclama la absolución ya que, a su entender, no hay prueba alguna del delito, al no haberse aportado ni la secuencia de Instagram, ni las capturas que pudiera realizar el procesado, entiende que la joven sustrajo el dinero a su madre para otros fines y tiene un móvil espurio par adenunciar y porque, además, su perfil en Instagram, aunque sea privado, cuenta con más de 3.200 seguidores.

EL ACUSADO: "ME DENUNCIÓ PORQUE SOY EL ÚNICO MAYOR"

El juicio se ha celebrado en la mañana de este miércoles en el Juzgado de lo Penal 1 de Pamplona. El acusado y la víctima pertenecían a una cuadrilla común de amigos. El encausado manifestó que las fotos que había visto de la menor en la stories de Instagram eran "normales y corrientes" y negó que le hubiera pedido dinero por ninguna imagen. El fiscal le preguntó: "¿por que cree entonces que le denunció?" Él respondió: "No lo sé, yo creo que su madre le pilló cogiendo dinero y me echó la culpa porque era el único mayor de edad del grupo".

La menor manifestó que en su perfil de Instagram solo le siguen aquellos usuarios que ella acepta y confirma su solicitud de amistad. "El acusado tenía autorización y tenía fotos mías, capturas de las stories, que yo no quería que viera mi madre. Eran fotos íntimas que él cogió y me las enseñó".

LA VÍCTIMA: "ME PIDIÓ DINERO PARA NO ENSEÑARLE LAS FOTOS A MI MADRE"

Según ella, el chantaje comenzó un día que el grupo de amigos acudió al monte a pasar la tarde. "Fue el primer día que el acusado me pidió dinero. Primero, cuando estábamos sentados al lado, me había empezado a poner la pierna encima y me metió la mano por atrás. Yo quería irme a casa y cuando todos bajábamos al pueblo, él me dijo ¿puedo hablar contigo? ¿Tú sabes las fotos que subes a Instagram? Y entonces me pidió dinero por eso, para no enseñárselas a mi madre, porque decía que él necesitaba la pasta para pagar una multa. Me decía que si no le daba el dinero, le enseñaría las fotos a mi madre. Le dije que sí a todo y luego vino una vez a mi casa, me tocó el timbre del portal cuando sabía que mi madre no estaba y me empezó a pedir 70 euros. Yo le dije que mi madre solo tenía 50 y en total, en tres veces, le entregué 150 euros. Solo esas dos ocasiones, en el monte y en el portal, me amenazó con lo de mi madre".

Afirmó que ahora tiene dos perfiles en Instagram, y que las stories que ella sube a la red social y que solo se pueden visualizar durante 24 horas, se las ocultaba a las personas que no querían que las vieran. "Luego borré esas stories".

La madre: "Me costaba mucho ahorrar ese dinero"

En el juicio también habló el novio de la menor, que declaró que ella le contó que el acusado le había quitado dinero y que él también había visto las fotos objeto del chantaje. La madre de la chica testificó igualmente y dijo que se empezó a enterar de todo cuando fue a abrir la hucha de los ahorros porque a su hija se le había roto un zapato.

"Cuando la abrí, no había pasta, me faltaban 150 euros y empecé a gritar y llorar. Me costaba mucho ahorrar. Sospeché que podía haber sido mi hija y pensé en ir a denunciarlo, pero después lo pensé bien y quise hablarlo tranquila con ella. Fue entonces, cuando me dijo que había cogido el dinero porque un chico le estaba amenazando con unas fotos. Nos fuimos de inmediato a la Guardia Civil. Yo le había comprado el bikini, pero a mí no me gustaba nada la idea de que fuera al río a sacarse fotos con él para eso. Yo no he visto esas fotos, pero para nosotras eso es un poco indencente. Tengo mis límites y no puede ir así a escondidas".

La defensa cuestionó a la progenitora sobre un episodio de fuga que protagonizó la menor en fechas próximas a esta denuncia y que motivó la movilización de los operativos policiales. La chica había faltado todo el día a clase al instituto y se activó una búsqueda por desaparición. Ella dijo que estuvo con un amigo que tenía problemas en casa y la madre solo sabe que había estado en el desván y que la encontraron sola en las vías del tren.

"Yo creo que no la forzaron a quitar ese dinero"

El agente y comandante del puesto que recogió la denuncia recuerda que, al principio, "estaba muy enfocada en el episodio de los tocamientos y luego dijo que le habían desaparecido 150 euros y que se los había dejado a un chico".

El guardia ofreció sin embargo su visión particular de la denuncia: "Conozco a la familia y he estado varias veces con ella. Es una familia con muchos problemas económicos. Aquel día que se fugó, se lió una tremenda porque la chica mandó un mensaje de socorro a varios amigos. Hubo que triangular teléfonos y hacer una búsqueda intensa para localizarla. Luego dijo que no quería volver con su madre, porque había empeorado sus notas en el instituto y que habían tenido una discusión fuerte".

"Mis conclusiones, a la vista de cómo declaraba la menor, de las dudas que ofrecía, es que cuando presentó esta denuncia era porque se había juntado con malas compañías y se buscó esta excusa porque no sabía salir del embrollado en el que se había metido. No me pareció que fuera un motivo suficiente lo que decía para entregar los 150 euros que tanto les cuesta ahorrar. Es lógico que su madre se hubiera disgustado si veía las fotos pero creo que, conociendo su situación, había hecho cosas peores y que no había sido forzada para llegar a esa situación de dar dinero". Y vino a justificar que el denunciado fue a quien señaló porque "varias personas le acusaban de ser alguien conflictivo".

El fiscal le ve autor y la defensa aprecia móvil espurio

La Fiscalía confirmó después de la vista su calificación inicial y considera que el acusado es autor de los hechos. Recordó el Ministerio Público que es irrelevante el número de seguidores en Instagram de la menor porque el delito que se juzga es contra la libertad y no contra la intimidad. "Se le obligó a hacer algo contra su voluntad. No sabemos quien de esos 3.000 seguidores vio o no las fotos, pero ella no se ha inventado nada. No contamos con la foto en sí, pero sí con la descripción, con el hecho de que la propia madre reconoce que le compró el bikini para que se lo pusiera en la playa y en la piscina, pero no para que se lo pusiera para posar en fotografías. Su declaración ha sido espontánea e ingenua y demuestra su veracidad".

La defensa entiende que falta cualquier cuerpo del delito para poder condenar a su representado. "No hemos visto las fotografías ni las capturas de pantalla. No hay prueba de ello. Lo que sí hay es un motivo espurio para proceder a esta denuncia y es que la chica sustrajo 150 euros a su madre y quería tapar ese hechos. Pero la denuncia se le ha ido de las manos".